— Nicolás Maquiavelo
"Quinta columna" se refiere a personas desleales a la comunidad en la que viven y encaminadas a colaborar de distintas formas con el enemigo. Son un sector de la población que mantiene lealtad hacia un bando contrario al medio social en que está inmerso. Aunque el término nació en 1936, sus acciones las encontramos en toda la historia de la humanidad. Doquiera que personas ligadas a una sociedad, parecieran compartir mismas características étnicas, lingüísticas, religiosas o de idiosincrasia social y política, pero que, de manera secreta mantienen relaciones con un poder político o militar que busca adueñarse de esa comunidad y ellos le apoyan, traicionando a sus conciudadanos; son quintacolumnistas.
Todo el mundo ve lo que aparentas ser,
A finales de la colonia, el gobierno de la Nueva España permitió al norteamericano Moisés Austin colonizar Texas con familias anglosajonas. Les exigió fuesen católicos, presentaran constancias fidedignas de buena vida y costumbres; hablasen español y juraran obedecer al rey de España. Austin aceptó las condiciones, pero jamás pensó cumplirlas, su real pretensión era poblar ese territorio con personas leales a él y luego separarlo de México para formar una república independiente; lo logró en 1836 con la ayuda del gobierno norteamericano.
Poco después de la llegada de los nazis al poder alemán, múltiples familias germanas empezaron a poblar la región de los "Sudetes" checos que colindaban con Alemania. Ello generó diversos conflictos entre los habitantes originales y los recién llegados. Konrad Henlein, líder alemán pro-nazi en los Sudetes, se quejó de malos tratos contra la comunidad germana y presentó demandas inaceptables al gobierno checoslovaco; como no recibió la respuesta esperada, exigió la autonomía de esa región; Hitler apoyo la petición. Tras múltiples problemas éticos, los gobiernos de Francia e Inglaterra, quienes deseaban impedir la guerra, y bajo el pretexto de que la exigencia alemana sobre los Sudetes estaba justificada y que las intenciones de Hitler estaban dentro de los límites razonables, firmaron en Munich un tratado por el que se cedía a los nazis dichos territorios. La invasión disfrazada había tenido éxito en septiembre de 1938.
A partir de la monarquía moreirana, sus tres soberanos han buscado acabar o al menos controlar, perversa y maquiavélicamente, las organizaciones sociales y políticas que podrían poner en entredicho y hasta socavar su poderío político. Han ido preparando cuadros de serviles cortesanos; es decir, "ciudadanos" que ocupen los cargos principales e importantes de organizaciones descentralizadas del gobierno; de partidos políticos de "oposición"; de la sociedad civil; de medios de comunicación en incluso, de iglesias.
El IEC; nacido del poder para su servicio partidista, escogió personas ligadas directamente al gobierno del estado que realizaron el escandaloso fraude en las elecciones de 2017. Ahora, para la renovación de parte de sus consejeros, se realizó una convocatoria ficticia para ciudadanos independientes, pero se preparó la cena sólo para sus comensales, los cuales fueron preparados, con dinero del erario, en todos los secretos de la leonina cocina, a fin de que pudiesen pasar cualquier filtro y se quedaran a disfrutar de los suculentos platillos y en especial de los postres de millones y millones que un congreso complaciente otorga sólo para los amigos de la presidente. Agréguese a ello otros dos factores determinantes: la creación de partidos políticos de supuesta oposición, pero con real lealtad al PRI local (el nacional está agonizando) y la simpatía monetaria de los líderes coahuilenses de Morena y PRD, quienes comen de la misma mesa.
El Congreso coahuilense, que se suponía sería de oposición, resultó un triste borreguito faldero que sigue, en su mayoría, las órdenes del ejecutivo. A pesar que varios de ellos se declaran de la oposición, resultaron antagónicos complacientes que, puntualmente, cobran su dieta; incluidos, incluso, algún panista e independientes obsequiosos. Pocos diputados son los que verdaderamente quieren el bien del estado, desmesuradamente endeudado, gracias a la mayoría legislativa que impide buscar a los responsables; que inclinan la cerviz ante la destrucción del estado por el fracking y jamás critican la total carencia de obra pública indispensable.
En la sociedad civil la inmensa mayoría de sus integrantes son personas honestas, íntegras, preocupadas y muchas ocupadas de la grave problemática social. Sin embargo, ocasionalmente son sorprendidas por vivales que les hacen creer que son afines a sus acciones humanitarias y de beneficio social; utilizan esa buena fe para su espurio beneficio personal y logran que, incluso, los catapulten a posiciones de poder y altos sueldos; estas agrupaciones necesitan tener alta sensibilidad para descubrir a esos lobos con piel de ovejas antes de recomendarlos, acción que podría tacharse de encubridora complicidad. Arrepentirse posteriormente por prestarse a cobijarlos, ya no sirve, máximo si de lo que se trata es de anticorrupción y transparencia.
Muchas organizaciones patronales se han visto invadidas por contratistas amigos del gobierno, empresarios y profesionales que callan insolentemente cuando algún funcionario hostil al pueblo, opina que satisfactores esenciales de las necesidades sociales no son prioritarios, como el caso del drenaje pluvial para Torreón.
Es importante destacar que los "quintacolumnistas" son astutamente eficientes, generalmente inteligentes; buscan, con una impúdica doble moral, beneficios propios o de sus ovejeros, aseguran combatir la corrupción, pero salen a bailar con ella; utilizan el daño en las estructuras sociales para conseguir sus fines. No se confundan con los ineficientes burócratas que logran acomodarse en puestos públicos y que terminan haciendo ver mal a sus jefes, como ocurre ahora en varias dependencias municipales.
