SONETO CON HERIDA
Deja rodar mi corazón. Va ciego
y con la muerte a cuestas. Anda, deja
que si la vida madre se le aleja
la busque a tientas como niño en ruego.
Está al caer el hombre ya sin fuego.
Sólo le queda una memoria añeja
y un canto antiguo convertido en queja.
Aquí me tienes. Mira: a ti me entrego
todo atado y de todo desatado,
vestido en desnudez y sin orgullo.
Huérfano de mí mismo, ya he borrado
mi nombre de la tierra. Aquí concluyo.
Herido el corazón de lado a lado
quiere dormir junto a la paz del tuyo.
AFA.
¡Hasta mañana!...