Columnas la Laguna

NORMATIVIDAD AGROPECUARIA

LAS ZOONOSIS Y LA SALUD PÚBLICA

AGUSTÍN CABRAL MARTELL

La definición nominal de la palabra zoonosis tiene las raíces griegas zoos, animal y gnosis, enfermedad. El origen se atribuye a Rudolf Virchow, quien en el Siglo XIX aplicó este vocablo para aquellas enfermedades compartidas entre el hombre y los animales. El concepto de zoonosis es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1956, como aplicable a cualquier enfermedad que de manera natural es transmisible de los animales vertebrados al hombre, siendo modificado en 1959 por el comité de expertos de la OMS, para denominar así a las enfermedades que se transmiten entre los animales y el hombre, con ello se pretendió adjudicarle un sentido más amplio y menos antropocéntrico Según Schwalbe y de acuerdo con una opinión de consenso, una mejor definición incluso en una perspectiva operativo-administrativa sería la siguiente: "Las zoonosis son aquellas infecciones e infestaciones que en la naturaleza comparten el hombre y otros animales vertebrados inferiores"

La esencia del tema está directamente relacionado con la importancia de las zoonosis, por lo que previo a la descripción de los determinantes de carácter social, económico, cultural y ambiental implícitos en la tenencia de animales, se hará una consideración somera de su presencia en el contexto de la Salud Pública, en América Latina y en México.

Panorama de las Zoonosis en América Latina. Para hacer una evaluación global de las zoonosis se debe considerar primero la calidad de la información, que debe ser completa y actualizada, aspecto que mucho depende de las posibilidades técnicas y de los recursos de que dispone la entidad que la genera, así como también de las condiciones sociales y políticas que existen en el ámbito del que proviene.

Por otra parte, como resultado de la estrecha relación que existe entre la salud animal y la salud humana con respecto a las zoonosis, es necesario analizar en términos de su posible interacción el panorama epidemiológico teniendo en cuenta el componente epizootiológico, tanto de los animales domésticos como de la fauna silvestre. En el caso de América Latina lamentablemente es difícil satisfacer este requisito.

De igual manera es importante considerar que el daño a la salud que las zoonosis representan, no corresponde únicamente al que se conoce a través de los casos que clínicamente y por laboratorio se diagnostican, se reportan y como consecuencia se registran, porque es indudable que muchos de estos casos son atendidas por servicios privados y no se conocen, independientemente de si son éstas identificadas o no como zoonosis. Asimismo, es de suponer que algunos de los casos de zoonosis, pueden cursar de manera subclínica y como consecuencia nunca ser diagnosticados. Más aún, sería difícil determinar objetivamente cual es la carga microbiológica y parasitaria que las zoonosis representan en el desequilibrio del sistema inmune, como predisponente de otras muchas enfermedades no zoonóticas, sobre todo en la población infantil considerada como de alto riesgo en este rubro infectológico y que al igual que los casos anteriores, son hechos que no aparecen en las estadísticas de salud de un país, de un estado o municipio. Por todo lo anterior, deben quedar claras las limitaciones implícitas en el análisis aislado de los indicadores epidemiológicos, que por otra parte son la única información de que se dispone.

Hecha esta aclaración se puede entonces considerar que, un elemento útil y disponible para conformar un panorama de la situación que las zoonosis representan para la Salud Pública son los informes que la Organización Panamericana de la Salud ofrece a través de "Las Condiciones de Salud en las Américas", en donde se establece que las zoonosis de mayor importancia en América, y más específicamente para América Latina, están referidas a Rabia, Brucelosis, Tuberculosis Bovina y la Fiebre Aftosa. Todo ello en un marco de trascendencia económica para el sector pecuario por las pérdidas económicas que representan para su industria, y en forma concomitante, como un factor de impacto para la salud pública.

Se agregan a las anteriores enfermedades, la Teniasis y la Cisticercosis, la Hidatidosis y la Encefalitis Equina de Venezuela. Finalmente, en un plano menos relevante la Leptospirosis, la Triquinosis y la Peste.

Sin embargo, habrá de tomarse en cuenta que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), refiere más de 200 enfermedades conocidas que son transmisibles entre animales y humanos, lo que significa que además de las zoonosis antes señaladas, deba considerarse la posibilidad de la presencia de otras enfermedades que también afectan, aunque en menor escala a los animal y como consecuencia a la humana.

Sirven de fundamento normativo tanto animal como salubridad general: Ley de Sanidad Animal, Ley General de Salud, Ley sobre Metrología y Normalización, por lo que respecta a las Normas Oficiales Mexicanas, Normas Mexicanas y las Normas Oficiales Mexicanas de Emergencia, toda esta normatividad vigente.

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