Universidad de la corrupción
Considero que México tiene la mejor universidad de élite del mundo en la que que se titulan con licenciaturas, maestrías y doctorados miles de profesionistas y profesionales que se desempeñan “laboralmente” en el sector publico en sus tres niveles con un éxito financiero asombroso, dada la altísima y envidiable productividad que generan los negocios turbios, tráfico de influencias, sobornos, sobreprecios y otras vetas de riqueza mal habida.
La mayoría sustrayendo el pan de cada día sin esfuerzo en comilonas (‘tomilonas’) ideando como esquilmar al próximo, desangrando los recursos públicos de nuestro país desviándolos hacia sus bolsillos. Esa universidad se llama gobierno.
Francisco Benavides Beyer
Cuernavaca, Mor.
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Cambio de chip
Acabo de leer por ahí la descripción título de esta opinión y me pareció justa para describir la situación en que nos encontramos muchos mexicanos.
Hace casi dos meses quienes desde hace años veníamos clamando por un cambio de régimen político, de repente, así como por arte de magia, se dio un acuerdo entre millones de mexicanos que coincidíamos en ese clamor y logramos algo que parecía imposible: derribar un régimen caduco, corrupto, depredador e impune. Se realizaron nuestros sueños, aunque creo que aún no hemos podido digerir cabalmente lo que ha sucedido.
Esta hazaña histórica aún no alcanzamos a dimensionarla, dado que, aunque no queramos, vivimos aún en un ambiente saturado de la cultura priista, ambiente maloliente del cual muchos aún se resisten a salir. Hay muchas críticas respecto a los planteamientos y proyectos del nuevo régimen, ya que algunos aún los analizan con el viejo cristal que las hemos visto durante mas de ochenta años. Resistencia inercial perniciosa, podríamos llamarla.
¿Qué pueden plantear o proponer el presidente electo y su equipo que no salgan de inmediato los críticos de algunos medios para mostrar la imposibilidad de llevarlos a cabo? Y claro, los opuestos al cambio (PRI-AN y anexos) también ratifican y difunden tales imposibilidades calificándolas de “ocurrencias”. No aceptan o no asimilan que se está inaugurando un nuevo régimen político, que ya no va a ser lo mismo porque aquéllo, el régimen caduco, ya no va a existir más porque así lo ha mandatado una amplísima mayoría de mexicanos. Queda por ahora la necesidad de entender que si se logró la hazaña de cambiar de régimen, ahora tendremos que lograr la hazaña de entenderlo a cabalidad y contribuír en lo que nos corresponda a cada quien para que dicho cambio se realice conforme a la ruta que se ha venido trazando: en paz y armonía.
Por ello me pareció justa y adecuada la descripción de que lo que necesitamos es un “cambio de chip” que nos ayude a dimensionar este nuevo ambiente de cambio en las formas de hacer las cosas desde los gobiernos en sus diferentes niveles y de la urgente renovación ciudadana que deberá de consistir, principalmente en mejorar nuestra forma de desempeñarnos dentro de nuestra sociedad. El cambio al que nos comprometimos con nuestro el pasado 1ro. de julio, no sólo compromete al gobierno electo, sino a todos los ciudadanos mexicanos. ¡Ese es el compromiso con México!
Les envío un cordial saludo.
Héctor Astorga
Comarca Lagunera
