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Senado moreno: abyección e indignidad

Metáfora ciudadana

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.
Si lograste engañar a una persona, no quiere decir que sea tonta, quiere decir que confiaba en ti más de lo que tú merecías.— Charles Bukowski

La división de poderes es un fundamento jurídico básico sobre el que se sustenta un estado de derecho y única estructura política sobre la que podrá subsistir la democracia. Sin esta división real, la soberanía popular es mera especulación y discusiones versallescas. División significa "separación de poderes" justamente como establece el artículo 49 de la vigente constitución mexicana: "El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación..."

Aristóteles, en "La Política" diferenció las funciones: "legislar", "administrar" y "juzgar" como tareas que deben corresponder a instituciones diversas. John Locke, en "El ensayo sobre el gobierno civil", sentenció que los poderes Legislativo y Ejecutivo deber estar depositados en diferentes órganos y ninguna persona puede ser parte de alguno de ellos al mismo tiempo. Para él, el supremo poder es el Legislativo; el alma del cuerpo político, puesto que establece la primera y fundamental ley positiva de todos los estados. La "Carta Magna"; documento supremo que fundamenta el ejercicio real de la libertad, limita y controla el poder del gobernante, impidiendo el absolutismo. Montesquieu en "El Espíritu de las Leyes" asevera: "Los poderes que se atemperan los unos a los otros, que se contrapesan los unos a los otros, son sus respectivos contrapesos" y ratifica: "Todo gobierno puede ser libre si observa la división de poderes de modo que ninguno de ellos pueda predominar sobre los demás"

Cuando parecía que la semana que hoy termina se distinguiría por la sarta de mentiras que presuntuosamente emitía el presidente en funciones, cuya única verdad es que México fue referente mundial en su sexenio, sí, pero en corrupción, asesinatos e impunidad. Cuando se creía, antagónicamente, que habría ofertas de cambios radicales por la prometida cuarta transformación que arrancaba en lo legislativo, con propuestas soñadas por la ciudadanía como la eliminación del fuero; de bonos, privilegios, autos, seguros de gastos médicos e hipersalarios a los notables y aristócratas de la política nacional; se dio una muestra muy contundente de que el barniz democrático y constitucionalista se craqueló en el senado moreno y se cayó a pedazos, Defendieron y consumaron una traición a principios universales de división de poderes; burlaron la voluntad popular y violaron flagrantemente la Constitución, la que tienen capacidad para cambiar y que por lo visto, no será a favor del pueblo, sino de sus aliados; actuaron de acuerdo la filosofía juarista: "Para mis amigos justicia y gracia, para mis enemigos la ley a secas"

Un día que podría haber sido histórico positivamente para Morena, se fue al asco. El metrosexual gobernador de Chiapas; uno de los estados más humildes de México, donde viven millones de compatriotas en pobreza extrema mientras él se gasta el erario en lujosa indumentaria, viajes, automóviles y opulenta vida, pidió permiso al senado para separarse temporalmente del cargo. Al estilo de Luis XIV "El Estado soy Yo"; "arregló" la constitución estatal para confeccionarse un traje a su medida. En un día alteró el máximo código chiapaneco para pedir permiso como gobernador; más tarde reelegirse como tal, tras candidatearse como senador; violó además principios fundamentales constitucionales; pues si bien sigue la discusión doctrinaria si son o no renunciables los cargos de elección popular, esta persona no se quitó la sotana, sólo se la arremangó, ya que un permiso temporal, lo mismo en el ejecutivo chiapaneco, que en el legislativo federal, lo mantiene ocupando ambos cargos y por lo tanto ejerciendo doble poder.

Hasta ahí las conocidas triquiñuelas verdipriistas, comunes y corrientes como siempre; pero, ampliaron la pista de baile: inicialmente los senadores votaron en contra del permiso violatorio de la ley y la ética, lo que levantó el ánimo de millones de demócratas que, muy erróneamente, creyeron que ahora si habría legalidad y cambios substanciales. Pero vino un segundo tiempo desastroso, el del árbitro corrupto: subió a la palestra Ricardo Monreal, coordinador de Morena; regañó, chicoteó y le dio línea descarada a su rebaño. Luego Martí Batres, presidente del senado, igualmente moreno; manipuló la estructura parlamentaria y logró, en el mismo día, una segunda votación, ahora electrónica, menos personalizada; alcanzando su anhelo: 82 senadores votaron de acuerdo a los verdosos intereses primorenos, aunque hubo 31 votos honestos en contra. Los que presumían haber votado contra el gasolinazo, ahora conculcaban la constitución. Manuel Velasco podrá disfrazarse como mendigo o como sultán; pero seguirá ostentando ambos cargos incompatibles jurídica y honestamente.

Más allá de esta tropelía realizada en el alba de un senado esperanzador, nos lleva a aceptar lo que muchos ya veían, pero habíamos quienes no queríamos creer: existen, en las cúpulas partidarias, acuerdos que van en contra de más de 30 millones de mexicanos honestos que al votar por Morena, creyeron que sufragaban por el cambio, no por la simulación. La prostituta verde, complaciente buscona que en 2,000 regodeó con Fox; luego refociló al PRI, ahora camela con Morena entregándole 5 diputaciones para que logre la mayoría absoluta en esa cámara; curiosamente esos diputados verdes parecen ser los que fingieron ser indígenas para alcanzar el cargo; ¿Ampara AMLO todo esto?; ¿Dónde quedó su petición de "buena imagen" y "sin escándalos"? Él le pidió que no sean como las anteriores legislaturas, que se convirtieron en "antros" insistiéndoles en "...resistir las tentaciones del poder y del compromiso de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo".

Finalmente, el pueblo de México sigue siendo tiranizado por los intereses políticos de rufianes que lo utilizan para sus fines personales, a pesar de las bellas palabras de austeridad y transformación, lo que vivimos fue un reintegro al despilfarro de poder y preservación de prácticas depravadas.

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