El juez Ye Lwin encontró este lunes culpable a los reporteros Wa Lone y Kyaw Soe Oo, de 32 y 28 años respectivamente, por intentar 'dañar los intereses del Estado' y los sentenció a siete años de cárcel. (EFE)
Más 80 agrupaciones civiles reclamaron hoy al gobierno de Birmania (Myanmar) la liberación de dos periodistas de Reuters condenados a 7 años de prisión por vulnerar la Ley de Secretos Oficiales mientras investigaban una matanza de musulmanes rohinyás.
"Rechazamos enérgicamente el castigo contra dos periodistas por simplemente hacer su trabajo. La decisión indica que todo el proceso judicial ni fue libre ni justo y estuvo completamente manipulado", apuntaron en un comunicado conjunto los 83 grupos firmantes.
El juez Ye Lwin encontró este lunes culpable a los reporteros Wa Lone y Kyaw Soe Oo, de 32 y 28 años respectivamente, por intentar "dañar los intereses del Estado" y los sentenció a siete años de cárcel.
Los periodistas fueron detenidos el pasado 12 de diciembre con documentos supuestamente confidenciales que les acababan de entregar unos policías, mientras investigaban el asesinato de una decena de rohinyás por parte de los militares.
"La decisión del tribunal es irracional y el caso presentado contra ellos fue formulado para justificar su arresto y confinamiento", apuntan las agrupaciones.
"Tomamos los hechos como una campaña contra el derecho al acceso de información y la libertad de prensa. Un gesto opresor que debe preocupar a todos los birmanos que aspiran a construir una sociedad caracterizada por estado de derecho, libertad y justicia", zanja el escrito.
Los reporteros seguían la pista de una fosa común en la aldea Inn Din en el estado Rakáin (oeste), donde se hallaron diez cadáveres.
Un crimen por el que después siete soldados birmanos fueron condenados a diez años de prisión.
Los dos reporteros siempre han mantenido su inocencia y aseguran que fueron víctimas de una trampa.
Esta versión coincide con el testimonio del capitán de la Policía Moe Yan Naing, que en abril declaró que un cargo superior le había ordenado a él y otros subordinados ofrecer documentos secretos a Wa Lone para tenderle una emboscada, lo que ha sido negado por las autoridades.
El suceso de Inn Din que investigaban los periodistas en el momento de su detención está relacionado con la campaña de castigo que inició el Ejército birmano tras el ataque del grupo insurgente Ejército Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) contra varios puestos policiales el 25 de agosto de 2017.
Desde entonces, unos 700,000 rohinyás, una minoría mayoritariamente musulmana, han huido a la vecina Bangladesh donde viven hacinados en extensos campos de refugiados atendidos por la ONU y organizaciones no gubernamentales, una crisis que está minando la imagen del Gobierno birmano y su presidenta de facto, Suu Kyi.
El fallo llega una semana después de que expertos de la ONU publicaran un informe en el que señalaban que hay elementos de "genocidio intencional" en la actuación del Ejército birmano contra lo minoría étnica.
