Concierto. Alex Ligertwood y Bill Champlin compartieron escenario; el Coliseo Centenario lució con una buena asistencia. (EL SIGLO DE TORREÓN/ Ernesto Ramírez)
Noche de éxitos en el Coliseo. Ayer se disfrutó de un cóctel irrepetible en La Laguna que reunió a varias generaciones de melómanos; el rock no está muerto, sólo se añeja como el buen vino. El Coliseo registró casi un lleno total.
Bill Champlin, reconocida voz de la banda Chicago, abrió un recital único en la gira de la nostalgia. Turn your Love Around fue el primero de la colección de temas a cargo del maestro en turno.
Y el desfile siguió. Alex Ligertwood entró al escenario pasadas las 10:00 de la noche, apenas media hora después de su antecesor.
Con Black Magic Woman, seguida de Oye cómo va, la noche apenas tomaba sentido.
En una pausa, Ligertwood invitó al escenario a Champlin, quien tomó su guitarra y comenzó a hacer las delicias del espectador, bajo la aprobación siempre de la voz que acompañó en una época al universal Carlos Santana.
La dupla Ligertwood - Champlin subió los decibeles y la temperatura en el Coliseo iba en aumento. Apenas era el comienzo.
Escasos 7 minutos antes de las 11:00 de la noche, toca el turno de Fran Cosmo, exvocalista de la banda Boston. No queda un resquicio para el descanso, la música no para.
El escenario de las estrellas no requirió demasiados aditamentos. Una pantalla al fondo, dos en las laterales y una banda de profesiones acompañando a los estelares.
Y fue hasta que Cosmo llegó al himno More than a Feeling que realmente reventó los oídos de los miles de presentes. Es momento de encender los celulares para grabar la ocasión y, en consecuencia, la red se satura. Pero a nadie le importa ya, es momento de compartir y perpetuar.
Para cerrar, continuaron Bobby Kimball, ex voz de Toto y Kevin Chalfant, para interpretar lo mejor de Journey. Hold the Línea, África, Separate Ways y Don't Stop Believing, entre otras. Un último encuentro y el respetable se rinde en aplausos ante las estrellas en el ocaso.
