El Señor hizo al sapo.
Tan feo le salió que las demás criaturas se apartaban con asco del pobre animalito.
El sapo, lleno de tristeza, le preguntó al Señor:
-¿Por qué me hiciste tan feo?
El Señor se entristeció. Al Creador le entristece la tristeza de sus criaturas.
En eso llego la sapa y vio al sapo. A primera vista se enamoró de él, y a segunda vista se enamoró aún más. Feliz, le preguntó al Señor:
-¿Por qué lo hiciste tan hermoso?
El Señor se puso feliz. Al Creador lo hace feliz la felicidad de sus criaturas.
¡Hasta mañana!...