El nuevo escándalo por cientos de abusos sexuales cometidos por clérigos en Pensilvania, Estados Unidos, ha sacudido al Vaticano y es un nuevo desafío de transparencia para el papa Francisco. (AP)
El nuevo escándalo por cientos de abusos sexuales cometidos por clérigos en Pensilvania, Estados Unidos, ha sacudido al Vaticano y es un nuevo desafío de transparencia para el papa Francisco, que ya lidia con crisis similares en otros países.
"Es doloroso para quien sea que lo lea, en particular para los sobrevivientes a los abusos sexuales y para sus familias", indicó Vatican News, el sitio web oficial de noticias de la Santa Sede, sobre el informe de un Gran Jurado que sacó esta semana a la luz más de mil ataques perpetrados por unos 300 sacerdotes en un periodo de 70 años.
El texto, retomado por el portal vaticano, citó una declaración de la diócesis de Filadelfia que agregó: "Estamos profundamente apenados por su dolor y seguimos en el camino de la sanación".
Por su parte, en la primera reacción oficial tras darse a conocer los hechos, la Santa Sede calificó de "criminales" los abusos de sacerdotes a menores descritos en un informe de la Corte Suprema del estado de Pensilvania y consideró que "debería haber asunción de responsabilidad" por parte de los que los cometieron y de quienes los "permitieron".
"Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe", declaró el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, en un comunicado.
"La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y debería haber asunción de responsabilidad tanto por parte de los abusadores como por parte de los que permitieron" los abusos, añade el texto.