Jorge Valdano, ex jugador argentino campeón del mundo con su selección en México 1986 y figura en su tiempo con el Real Madrid acuñó una frase que a la sazón reza lo siguiente: "el futbol es lo más importante entre las cosas menos importantes".
Partiendo de la sentencia dictada por Valdano, lo sucedido antier en la organización del equipo Santos Laguna causó revuelo en el entorno futbolístico nacional y consternación en la afición santista: el técnico que nos había dado la sexta estrella, Robert Dante Siboldi había presentado junto con su cuerpo técnico su renuncia y la directiva decidió aceptarla.
Por supuesto que la separación de un director técnico cuando se han cumplido apenas tres fechas del torneo del liga no puede obedecer a una decisión meramente deportiva, máxime cuando éste acaba de entregarle un campeonato a la institución y el curso del presente torneo presenta números de dos victorias por una derrota, una efectividad del 66%.
No. La versión oficial es que Robert Dante Siboldi fue orillado a apartarse por problemas que se suscitaron entre su propio cuerpo técnico y que hizo crisis en el manejo de la relación con algunos jugadores, particularmente en el caso del defensa central uruguayo Gerardo Alcoba.
En medio de esta tormenta informativa derivada del asunto, misma que fue provocada por la falta de claridad de la directiva santista al limitarse a comunicar un mensaje escueto en el marco de una conferencia de prensa. El propio Alcoba dio lectura a un discurso sin aceptar preguntas de las prensa, acompañado del vicepresidente deportivo del club, José Riesta y del nuevo timonel del primer equipo: Salvador Reyes.
Esa opacidad sobre lo sucedido con el cuerpo técnico que hasta hace dos días encabezó el ex arquero Siboldi, dio cabida a infinidad de especulaciones. La que más ha tomado fuerza es que Gerardo Alcoba fue enviado a la banca en el partido de liga celebrado en Torreón el pasado domingo no por una cuestión táctica, si no por una instrucción de la directiva a través del propio entrenador. Esto derivó al día siguiente en una discusión entre el propio jugador y el señor Leadro Cufré, auxiliar técnico, quienes casi llegaron a las manos provocando la renuncia del segundo de inmediato. Un día después se celebró un juego de Copa en Celaya Guanajuato y Alcoba, quien es reconocido como segundo capitán después de José Abella que no alineó en ese cotejo, no recibió el gafete de capitán como en la lógica debió suceder, provocando nuevamente una disputa ahora entre el entrenador y el propio Gerardo. Menos de 24 horas después Dante Siboldi estaba fuera de la institución
A todos hechos sin embargo, destaca los dichos de Riesta donde desliza la razón principal de la separación del actual técnico campeón del futbol mexicano: el ego.
El vicepresidente de Santos dijo en el encuentro con los medios que en ocasiones es difícil asimilar el éxito, que éste puede hacer perder el piso rápidamente, dando entender que Dante Siboldi y su cuerpo técnico tenía ya otro proceder desde que se conquistó La Liga.
Con estos elementos y observando el comportamiento y actitudes con los que se manejan los principales directivos de la escuadra verdiblanca, se puede crear una hipótesis para tratar de saber que fue lo que en realidad sucedió. Quizá la raíz del asunto fue que ciertamente el cuerpo técnico elevó su autoestima sustancialmente y en la organización de Santos el ego es para el presidente y acaso para alguno o algunos de sus más cercanos colaboradores, nada más. El altercado de Alcoba pudo ser un pretexto para deshacerse del antes humilde entrenador.
Mientras no haya información clara las especulaciones sobre lo sucedido en Santos esta semana continuarán. Claro está que como dijo don Jorge Valdano, al fin de cuentas no es más un asunto de " las cosas menos importantes".
