Se oía un zumbido y pensaron lo peor. (INTERNET)
El lunes pasado un oficial de policía de Castro Valley, en California, se encontró con una caja blanca de poliestireno. Tenía cables visibles y un letrero que decía ‘Peligroso’.
El oficial pensó lo peor y creyó que se trataba de una bomba. Evacuaron la zona y volaron el objeto con explosivos, reporta el sitio Gizmodo.
Sólo entonces se dieron cuenta que la nota en realidad leía: ‘No peligroso’ y que lo que habían explotado era el proyecto de ciencias de alguien.
Algún estudiante del Instituto San Jose State, que no se encuentra muy lejos de donde se encontró la caja, había hecho un medidor de ozono, valorado además en alrededor de 1,000 dólares.
Los medidores de ozono son instrumentos de precisión usados para medir la cantidad de ozono en las capas altas de la atmósfera. Tienen varios sensores de medición química y telemetría unidos a una pequeña bomba de Teflón, que emite un zumbido, de ahí la confusión de la policía, que pensaron que el sonido era señal de una bomba.
Estos medidores suben a una altura de 35 kilómetros con ayuda de un globo aerostático y ahí el globo explota y la caja con el medidor desciende con ayuda de un paracaídas.
El sargento Ray Kelly le dijo al diario local Mercury News que desconocía el uso de estos equipos, sin embargo, solicita a los estudiantes de ciencias etiquetar mejor sus experimentos.
DA.
