Cuando nos encontramos prácticamente a un mes de que inicie la temporada de la NFL, siempre he pensado que, para que un equipo de futbol americano pueda trascender, debe contar sí o sí, con una excelente defensa y en alguna ocasión, y que, de mi punto de vista muy particular, cité la que para mi gusto, ha sido la mejor de todos los tiempos en un sistema 3-4, esto es, con tres linieros así como con cuatro elementos en el perímetro y, obviamente, con cuatro apoyadores.
En la trinchera mencioné a Randy White y Harvey Martin quienes se llevaron el MVP del Súper Tazón XII acompañados por "El Ministro de la Defensa" Reggie White mientras que, en la secundaria, a los profundos Ronnie Lott y Gary Fencik acompañados de los esquineros Lester Hayes y Mike Haynes (y creo que por encima de Richard Sherman) mientras entre estos locos, coloqué a Jack Lambert, Ted Hendricks, Lawrence Taylor (quién también apoyaba como ala defensiva) y por último a Ray Lewis.
Siempre he pensado que lo mejor que le puede ocurrir a todo jugador de la NFL, es que, cuando diga adiós a los emparrillados, haya obtenido un anillo de Súper Domingo así como su número sea retirado de la organización con la cual brilló y que, para cerrar su ilustre carrera, su nombre quede a perpetuidad en el Salón de los Inmortales en Cantón, Ohio.
El sábado anterior, se llevó a cabo la ceremonia de los nuevos miembros del Salón de la Fama y donde, sin lugar a dudas, la noche se la llevó el legendario Ray Lewis cuando, al momento de tomar la palabra, tuvo con toda probabilidad, el discurso más enternecedor e innovador de toda la vida de este deporte y aunque estuvo a punto de ser el más largo de la historia, se posicionó fuera del entarimado y con un micrófono inalámbrico que fue algo único en este tipo de ceremonias.
El comunicado del ex-apoyador de los Cuervos fue tajante al decir: "No te des por vencido y nunca te rindas" ya que, después de una fuerte lesión en la temporada del 2012, regresó antes de los playoffs para ayudar a Baltimore a obtener su segundo título de la NFL pero lo que más conmovió, fue que al comenzar, dijo: "Decirme que algo no se puede hacer, es como lanzar gasolina a una llama".
Reclutado por los Cuervos en la primera ronda del draft de 1996 llegado de los Huracanes de Miami, logró dos campeonatos de la NFL con su equipo siendo el más valioso en la edición XXXV y hasta en una loquera, llegamos a pensar de que ese 28 de enero del 2001, una escuadra dejaría, por primera vez, en ceros a sus contrincantes ya que tenían una defensa endemoniada que creó Marvin Lewis quién jamás ha podido sobresalir como entrenador en jefe de los Bengalíes.
El ahora inmortal, ingresa al Salón de la Fama en su primer año en el que es seleccionado siendo el primer jugador por lo menos, con 40 capturas y 30 intercepciones en su carrera pero al margen de esto, asimismo mandó un comunicado de amor y unidad cuando hizo uso de la palabra preguntando si vivimos cada día para mejorar nuestro mundo.
Junto con Lewis, también fueron exaltados Jerry Kramer, Bobby Beathard, Brian Dawkins, Robert Brazile, Randy Moss y Brian Urlacher al igual que Terrell Owens quién decidió efectuar su propio ceremonial en Chattanooga, Tennessee.
