Desde que se conoce que los hemisferios cerebrales están asociados a tareas específicas y se les adjudican que un lado corresponde a las tareas específicas y lógicas mientras que el otro responde ante las actividades creativas y aleatorias, es sencillo suponer que ambos caminos toman rumbos distintos y por ende, algunos desarrollan más uno de ellos.
Sin embargo se pasa por alto un detalle que rompe con esta división. En medio de los hemisferios cerebrales se encuentra en cuerpo calloso, este elemento está conformado por axones recubiertos de mielina, tienen la función de conjuntar las funciones que se realizan de los dos lados, al integrar la información y permitir generar respuestas complejas que provienen de los diferentes núcleos cerebrales. Por tanto la supuesta división se vuelve irreal cuando el trabajo que realiza el cerebro en ese sentido es colaborativo.
Si trasladamos esta idea del trabajo en conjunto a otros panoramas fuera de la anatomía del ser humano, es posible darse cuenta que se han presentado épocas en las cuales el conocimiento se presenta integrado, mientras que en otras ocurre lo contrario; cuando la especialización se torna con un mayor valor, puede llegarse a profundizar en áreas específicas, pero quedan también queda la posibilidad de crear brechas desconocidas.
En la actualidad se habla mucho y se propone sobre el trabajo interdisciplinario y cuando se aboga por un estilo incluyente pueden generarse perspectivas más ricas y nutricias para el ser humano. Pero para lograr esto se necesita un "cuerpo calloso" que como en el caso del cerebro integre información -eso es lo complejo- en el caso específico de las artes y las ciencias no es algo nuevo, pero si es algo que se revaloriza.
Si recordamos la pintura "La clase de anatomía" refleja no solo la realidad de la enseñanza médica, también es registro de como las artes fueron en un momento aliados en el quehacer científico, los registros gráficos -hasta antes de la invención de la cámara fotográfica- estaban encargados a especialistas del dibujo, estos artistas-científicos compartían un pensamiento renacentista el cual considera las artes y las ciencias a la par, el ejemplo por excelencia para ilustrar esta forma de ser es Leonardo Da Vinci.
Con el paso del tiempo el saber teórico se convirtió en tecnológico y brindo herramientas distintas para abordar situaciones como la antes mencionada, pero también trajo debates sobre el paralelismo en el que se complementaban artes y ciencias. De esta forma comenzó a subordinarse una sobre otra, anteriormente para ilustrar un libro de botánica o incluso para producir apuntes de campo, era necesaria la técnica depurada de un experto luego esto cambio.
En consecuencia el valor que se le considera a cada uno esta entendido desde el punto en el que se encuentre el valuador.
No se trata de polarizar, mucho menos de demeritar el trabajo de ambas partes. Más bien la reflexión recae sobre la importancia de la visión holística que encuentra dinamismo entre perspectivas. De la misma forma en que se conectan hemisferios. Tampoco se trata de ser un especialista es todo, sino de dar cabida a distintos puntos de vista que permitan un mejor entendimiento de la realidad.
