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Frases que marcaron historia

RAÚL MUÑOZ DE LEÓN

En los múltiples y diversos acontecimientos que integran la historia mexicana, uno o varios personajes destacan por haber pronunciado frases o expresado pensamientos en los que se enmarca el hecho histórico de referencia. Elaboramos aquí una relación de hechos, personajes y frases que le han dado esencia a nuestra historia. Este modesto ensayo pudiera ser una "Breve Historia de México, expresada en frases y los autores de éstas".

1.- "Acaso yo estoy en un lecho de rosas". Cuauhtémoc (1502-1525). Héroe mítico, último emperador azteca antes de la caída de la Gran Tenochtitlan en 1521. Al sufrir el suplicio a que lo sometió Cortés, quemándole los pies y las manos en aceite hirviendo, con el propósito de que revelara el lugar donde se encontraba el tesoro de Moctezuma, expresó esta frase cuando uno de sus guerreros, Tetlepanquétzal, también torturado, le pidió que dijera el sitio de los tesoros para evitar el suplicio, respondiendo el caudillo azteca "¿Cree usted que yo estoy en un deleite?", frase que ha sido modificada sin explicación, transformándose en la que aquí se enuncia.

2.- "Un español sabe reconocer y respetar el valor, aun de su enemigo". Hernán Cortés (1485-1547). Conquistador de la Gran Tenochtitlan, sometió a los aztecas y fundó la Nueva España. Las crónicas consignan que cuando tiene frente a sí al caudillo azteca, expresó la frase enunciada. En un principio trató caballerosamente a su enemigo, Cuauhtémoc, tras ser capturado; sin embargo ordenó al tesorero real, Aldrete, que lo torturara para que revelara el secreto de Moctezuma. Cuauhtémoc siempre negó que existiera tal tesoro.

3.- "Mexicanos es hora de la libertad. Vamos a agarrar 'gachupines'". Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811). Cura de Dolores; Padre de la Patria. Encabezó en Querétaro una conspiración para derrocar al Virrey Venegas, recientemente nombrado. Los conjurados (Allende, Abasolo, Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez y otros) tenían planeado iniciar el movimiento el 1º de octubre, pero fueron descubiertos y tuvieron que adelantar los acontecimientos. Descubierta la conspiración no había más que dos opciones: esconderse o levantarse en armas; Hidalgo optó por lo segundo. Acompañado por doña Josefa y otros insurgentes, se trasladó de Querétaro a Dolores, Guanajuato. La noche del 15 de septiembre pidió el apoyo de la población, liberó a los presos políticos y se apoderó de las armas de la guarnición. A la mañana siguiente, 16 de septiembre de 1810, llamó a misa, a la que asistió gran cantidad de fieles, pero en vez de oficiarla, exhortó al pueblo a luchar por su libertad;, que animado por la exhortación del Cura, se reunió en el atrio de la iglesia gritando: ¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Mueran los gachupines!

4.- "Soy un simple soldado; sólo soy 'Siervo de la Nación'". José María Morelos y Pavón (1765-1815). Asumió el liderazgo de la segunda etapa de la Guerra de Independencia, a la muerte de Hidalgo en 1811. Fue el verdadero héroe de la independencia. Organizó un numeroso y fuerte ejército para enfrentar al gobierno virreinal que tenía al cruel y sanguinario Calleja como jefe de las fuerzas realistas. Morelos le dio sentido y orden al movimiento; elaboró un proyecto de Declaración de Independencia y un importante documento que contiene los "Sentimientos de la Nación"; para dotar de bases jurídicas a la causa convocó y llevó a cabo el Congreso de Chilpancingo, en 1813, quien sentó las bases para la que sería la Constitución de Apatzingán de 1814, primera Constitución mexicana. Todo esto le dio los méritos suficientes para ser tratado con elevada categoría, pero él en un acto de sincera humildad, declaró estar al servicio de la Patria y ser su siervo más fiel.

5.- "Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices". "Me propuse alejar de mí toda sospecha relativa a sentimientos de ambición que nunca tuve". Agustín de Iturbide y Arámburu. (1783-1824). Ambas frases atribuidas a este genial e interesante personaje. Ambicioso, oportunista, cruel, traicionero, valiente. Después de haberse alzado contra el régimen al que había servido y plasmado su programa en el Plan de Iguala; celebró con el Virrey O'Donojú el Tratado de Córdova del 24 de agosto de 1821, con el cual legaliza el Plan de Iguala, pone fin a la guerra y consuma la independencia el 27 de septiembre de 1821. Cuando al frente del poderoso Ejército Trigarante avanzó sobre la Capital y declaró la Independencia de México, expresó el primer pensamiento. . . Presidió la Junta Provisional Gubernativa del naciente Estado Mexicano y prepara su ascenso al poder. . . La noche del 18 de mayo de 1822, numeroso contingente del antiguo Regimiento de Celaya del que había sido jefe, marcha por las calles hasta la casa de Iturbide y le pide que como comandante aceptara ser la cabeza del Imperio Mexicano. Al recibir, "sorprendido", a la muchedumbre, pronuncia la segunda frase. Se coronó como Emperador Agustín 1º y su esposa Ana María como Emperatriz el 21 de julio de 1822. Afortunadamente, un imperio de vida fugaz.

6.- "¿Vender yo la mitad de México? ¡Por Dios! Cuándo aprenderán los mexicanitos que si este barco se hundió no fue sólo por los errores del timonel, sino por la desidia y torpeza de los remeros". "Mientras tengamos Congreso, no hay progreso". "Dígame usted quien escribió este artículo, para arrancarle la lengua". Antonio López de Santa Anna (1794-1876). 34 años de la turbulenta historia de México, estuvieron cubiertos por la imagen y presencia de este astuto, sagaz, audaz y polifacético político y militar. De 1821 a 1855, Santa Anna fue un protagonista en la historia nacional, unas veces en el poder (once ocasiones fue presidente de la República), otras detrás del poder o contra el poder. Se hizo llamar Su Alteza Serenísima. Sin ideología definida apoyó en un principio a los liberales y federalistas, luego a los conservadores y centralistas; sin escrúpulos de ninguna índole cambiaba de bando con la mayor facilidad, pues una noche era ferviente católico y a la mañana siguiente se declaraba anticlerical. . . El estado de Texas, en el noreste de México, con fuerte presencia de colonos anglosajones se opuso a ver limitada su autonomía, reclamó la restitución de la Constitución Federal de 1824; al no ver satisfechas sus demandas, se produjo la rebelión. Santa Anna atacó con su ejército a los texanos, que era como atacar a Estados Unidos pues éste apoyaba a los colonos. Aunque tuvo una efímera victoria en El Álamo, marzo de 1836, un mes más tarde fue derrotado en San Jacinto, hecho prisionero y enviado a Washington de donde fue liberado por el presidente Andrew Jackson, con la condición de reconocer la independencia de Texas y no volver a llevar a cabo ninguna acción militar contra este territorio. Derrotado emigró a Cuba, habiendo sido llamado por Gómez Farías, para dirigir las hostilidades de la guerra con Estados Unidos (1846-1848) y para otro período presidencial, viéndose obligado a firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, por el cual Estados Unidos se anexaba Texas, California, Nuevo México, Nevada, Arizona y Utah, la mitad del territorio mexicano… Cuando se le acusó en el Congreso y en los diarios de haber vendido esta parte de México, externó su pensamiento, en las frases aquí anotadas.

7.- "La Patria es primero". Vicente Guerrero Saldaña (1782-1831). En el año de 1819, el movimiento de independencia parecía destinado al fracaso, pues todos los jefes insurgentes habían sido derrotados, y solamente el general Vicente Guerrero, en las montañas del sur mantenía viva la débil llama de la insurgencia. Con el propósito de terminar con este foco de insurrección, el virrey en turno, Juan Ruiz de Apodaca, ofreció el indulto a todos los rebeldes que depusieran las armas, el que muchos jefes aceptaron, y sólo don Vicente Guerrero decidió seguir combatiendo al ejército realista. Entonces, don Pedro Guerrero, padre del caudillo, es enviado por el virrey para rogar con lágrimas a su hijo que acepte el indulto y termine esta guerra que no tiene futuro. El caudillo lo recibe y emocionado, dice ante los concurrentes: "Señores, este es mi padre que viene de parte del virrey a ofrecerme el indulto y el cargo de general en el ejército español. Siempre lo he querido y respetado, pero la Patria es primero". Un acto que, sin duda, demuestra la grandeza de este héroe mexicano., que continuó combatiendo a los españoles. Protagonizó con Iturbide el Abrazo de Acatémpan y participó en la elaboración del Plan de Iguala que puso fin a la guerra y consumó la Independencia de México. Fue también presidente de la República (Abril a diciembre de1829).

8.- "Va mi espada en prenda, voy por ella". Guadalupe Victoria (1786-1843), cuyo nombre real era José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix. Nació en Tamazula, Durango; desde muy joven se incorpora al movimiento insurgente bajo las órdenes de Morelos, habiendo participado en el famoso Sitio de Cuautla. El 25 de noviembre de 1812, al frente de sus tropas con el objetivo de tomar la ciudad de Oaxaca, el río Jalatlaco le representa una barrera natural para lograr su propósito. Se detiene, desenvaina su espada y la lanza hasta la rivera contraria del río, diciendo "Va mi espada en prenda, voy por ella", se avienta al agua y cruza a nado, seguido por sus hombres que reconocen en él a un líder. La toma de Oaxaca fue un éxito, y entonces decide cambiar su nombre por el de Guadalupe por considerar que fue la Virgen quien los condujo a la Victoria. Brillante militar y destacado político; diputado por su estado natal y, tras decretarse la Constitución Federal de 1824, fue el Primer Presidente de México de 1824 a 1829. Durante su gobierno se estabiliza la situación política del país y se organiza el poder público.

9.- "Cabo de Cuarto, estoy desarmado". Damián Carmona Ortiz (1844-1869). Soldado mexicano, leal a don Benito Juárez, lucha al lado de las fuerzas liberales. Durante la intervención francesa, el 27 de abril de 1867, en la ciudad de Querétaro; las fuerzas del general Mariano Escobedo tenían sitiada la ciudad; a Carmona lo asignan como guardia, cuando una granada enemiga estalla cerca de donde estaba destruyendo su fusil; el ambiente se llena de humo, desapareciendo por momentos su figura y él en vez de correr para ponerse a salvo se mantiene firme y sólo exclama la frase que se le atribuye. Le proporcionan un nuevo fusil y sigue cumpliendo con su deber. Acto heroico sin duda alguna; en su honor el gobierno mexicano declaró el 27 de abril como Día del Soldado.

10.- "Si hubiera parque no estaría usted aquí". Pedro María Anaya (1795-1854). General del ejército mexicano y presidente de la República en tres ocasiones. Durante la invasión norteamericana, el 20 de agosto de 1847, el general Anaya dirigía la defensa del Puente y Convento de Churubusco, que protegió a sangre y lodo contra las tropas estadounidenses. Después de una intensa batalla que duró varias horas se le acabó el parque y tuvo que entregar la plaza, fue hecho prisionero, y cuando el General norteamericano Twiggs le preguntó por los pertrechos, armas y municiones, le contesta dignamente el general Anaya con la frase enunciada aquí.

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