Por lo menos la camioneta no explotó. (INTERNET)
Un profesor residente en un museo de ciencias de San Francisco vio su vehículo destruido por la combinación de un día muy soleado y un espejo parabólico.
Marc Kossover es aficionado a la construcción de hornos solares, es decir, utilizar la luz solar para hervir agua o cocinar alimentos, recoge el sitio web Gizmodo.
Tenía un diseño con una antena parabólica de Direct TV que sacó de la basura y recubrió con una pantalla de plástico altamente reflectante, es decir, la había convertido en un gigante espejo reflector.
Olvidó el espejo en el auto y el sol hizo el resto, derretir todo conforme iba avanzando el reflejo a lo largo del día.
Kossover dice que por lo menos se siente aliviado que no toda su Subaru Outback quedó completamente destruida, ya que en el peor escenario, su auto pudo haber hasta explotado.
DA.