La cantante colombiana Shakira durante la ceremonia de apertura.
Mujeres con el cabello desteñido caminan aprisa vestidas con pantalones de mezclilla ajustados y blusas que dejan al descubierto el ombligo, que es adornado con una argolla o incrustaciones de piedras. Otras andan con el pelo negro tan largo que el vaivén de sus puntas hace frontera con su cintura. Usan camisas de franela con manga larga - sin importar los 30 grados centígrados.
Bienvenidos a la tierra de Shakira, donde la colombiana ha sido clonada. Cientos de niñas y jóvenes retratan las etapas que la artista ha tenido en su vestimenta. Todas van en camino de ver a su heroína e ídolo musical que regresa a su ciudad después de una década.
Y antes de que digas que esta nota es de espectáculo y nos equivocamos de sección, temo desilusionarte. Y es que la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 se convirtieron (al menos antes del inicio) en la fiesta de Shakira.
La barranquillera provocó un caos en la ciudad y principalmente en los alrededores del Estadio Metropolitano en el cual muchas jovencitas van vestidas como su cantante preferida.
En las tribunas nadie lleva prendas de la saltadora triple Caterine Ibargüen, su momento en el estadio será en competencia, por ahora la noche es de Shakira.
