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El gran Pollorena y su paso por Algodoneros y Diablos Rojos

Brillante pitcher y un legendario instructor

Así representaban en El Siglo de Torreón al gran Pollorena durante los años de dominio total y apogeo con el Unión Laguna. (Especial)

Así representaban en El Siglo de Torreón al gran Pollorena durante los años de dominio total y apogeo con el Unión Laguna. (Especial)

AARÓN ARGUIJO

A propósito de la serie que están disputando en la capital del país los Algodoneros del Unión Laguna y los Diablos Rojos del México, vale la pena recordar la ilustre carrera de Antonio Pollorena, uno de los pitchers más grandiosos de la historia en la Liga Mexicana de Beisbol, quien tiene imborrables vínculos con ambas organizaciones.

El gran Pollorena ganó 100 juegos en un lapso de 5 años con los Algodoneros, en una era brillante para el lanzador derecho que comandaba la rotación del equipo lagunero, en ese entonces teniendo como casa el estadio Superior (recordado por los aficionados como "el Mecano") y el Rosa Laguna de Gómez Palacio. Si bien, nunca vistió el uniforme de los Diablos durante su etapa como pelotero, es reconocido como un pilar del equipo Escarlata en cuanto a la formación de peloteros, al fungir durante más de 25 años como instructor y coach de pitcheo.

INICIÓ CON CHARROS

Nacido el 17 de abril de 1947 en San Miguel Zapotitlán perteneciente al municipio de Ahome, cuya cabecera municipal es la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, Antonio Pollorena Osuna se formó como pelotero en la Academia de los Charros de Jalisco, ubicada en Tehuacán, Puebla. En su lapso como prospecto, tuvo como instructor ni más ni menos que al genial cubano Manolo Fortes, quien jugó un papel determinante en otra época de oro para el beisbol lagunero, siendo uno de los principales artífices para que llegara el que quizá es el mejor pelotero de todos los tiempos, "El Maestro" Martín Dihígo, esa historia la plasmaremos en una entrega próxima.

Fue en la temporada de 1965 cuando debutó en la Liga Mexicana, jugando para los desaparecidos Charros, quienes tenían como casa el estadio Tecnológico de la Universidad de Guadalajara, ahí tuvo su mejor año en 1968, cuando consiguió 16 triunfos a cambio de 10 derrotas. Logró mantenerse en la rotación de su equipo y en 1969 obtuvo marca de 13 victorias y 12 descalabros, para en 1970 cerrar con 10 y 5, ya dando destellos de su real capacidad, aunque en 1971 sufrió una lesión que mermó su brazo y compiló 3 ganados y 5 perdidos.

Lo enviaron entonces al Unión Laguna, que recién un año antes había regresado a la Liga Mexicana, fue aquí, con el equipo Guinda, donde Antonio vivió el apogeo de su carrera sobre la lomita. Tras par de temporadas acumulando 10 triunfos en cada una de ellas, que no es poca cosa, su real despegue ocurrió en 1974, cuando terminó la temporada con 25 victorias y solamente 7 derrotas, una espectacular efectividad de 2.18 y 183 ponches, además de lanzar 25 juegos completos, cifras que lo erigieron como un auténtico estelar de la liga, status que no soltaría durante el siguiente lustro.

“CABALLO”

Desde 1974 hasta 1977, Pollorena ganó al menos 20 juegos en cada una de las temporadas, sumando otras 15 victorias en 1978, por lo que llegó a 100 victorias en un lapso de 5 años, una proeza que lamentablemente no aparece en el libro de récords de la LMB, pero que perdurará para la posteridad y luce imposible de igualar en estos tiempos. La estancia de "Toño" Pollorena en La Laguna dejó gratos e inolvidables recuerdos a los aficionados, "era clásico ir al Mecano los domingos al doble juego y siempre ver lanzar a Pollorena y a Pete Bonfils, cachando los juegos Dave Christiansen, era un agasajo", rememoran.

Con el Unión Laguna llegó a 2 series de campeonato y posteriormente emigró a los Saraperos de Saltillo, para regresar a La Laguna y culminar su carrera en 1985, la cual incluyó 3 convocatorias al juego de estrellas, además de una invitación para lanzar en las Ligas Mayores con los Dodgers de Los Ángeles, en 1976. También en la Liga Mexicana del Pacífico escribió historia de la buena, al militar con equipos como Cañeros de Los Mochis, Tomateros de Culiacán, Mayos de Navojoa, Águilas de Mexicali y Algodoneros de Guasave, ganando 2 campeonatos de la LMP y asistiendo a la Serie del Caribe de 1979 en el estadio Hiram Bitorn, de San Juan, Puerto Rico, lanzando para Navojoa.

ES INMORTAL

Demostrando una enorme capacidad como instructor, el surgido de la legendaria Liga Clemente Grijalva, fue contratado por la organización de los Diablos Rojos del México, con quienes ha desempeñado los roles de coach de pitcheo e instructor de los jóvenes prospectos en la Academia Alfredo Harp, apoyando el desarrollo de estelares lanzadores, como el coahuilense Joakim Soria, quien actualmente es el cerrador de los Medias Blancas de Chicago.

El jueves 7 de junio de 2007, Pollorena, quien vino como parte de los Diablos, fue homenajeado por la directiva de los entonces Vaqueros Laguna, retirando su histórico número 22 e inmortalizándolo en la barda del jardín derecho del estadio de la Revolución. Su grandeza como lanzador lo llevó en 1991 a ser entronizado en el Salón de la Fama del beisbol mexicano, donde perdurará su leyenda a lo largo de generaciones, muy especialmente en el corazón de los aficionados laguneros.

222JUEGOS completos, lanzó Antonio Pollorena durante su ilustre carrera en la LMB
Ídolo total durante su etapa como pelotero con los Algodoneros en la década de 1970. (Especial)
Ídolo total durante su etapa como pelotero con los Algodoneros en la década de 1970. (Especial)

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