Violencia. Un grupo de parapolicías agrede a varios obispos y periodistas tras irrumpir violentamente en la basílica de San Sebastián ayer en la ciudad de Diriamba, Nicaragua. (EFE)
Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que la represión estatal en Nicaragua ha llegado a niveles deplorables en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa este país y que se ha cobrado al menos 320 vidas desde el pasado 18 de abril.
"Los grupos parapoliciales andan a sus anchas fuertemente armados, acompañados por cuerpos policiales, cometiendo ataques de forma conjunta en contra de la población civil", criticó la directora para las Américas de AI, Érika Guevara, en una declaración escrita.
Según Guevara, el actuar represivo del gobierno nicaragüense ha llegado a niveles deplorables después de uno de los fines de semana "más sangrientos" desde que comenzó la represión de protestas hace casi tres meses, con el asesinato de al menos 17 personas.
"El mensaje que envían las altas autoridades nicaragüenses es que están dispuestas a cualquier cosa para acallar las voces de quienes se manifiestan en contra de esta violenta represión (...) Esta situación es de suma gravedad y merece una contundente condena por parte de la comunidad internacional", añadió.
Según AI, al menos 17 personas fueron asesinadas en Matagalpa (norte), Jinotepe y Diriamba (suroeste) durante el fin de semana pasado, la mayoría de ellos a manos de policías y grupos parapoliciales.
Además, se reportó la detención arbitraria de decenas de personas.