Protege tu piel

Todos los seres humanos somos susceptibles de padecer en algún momento de la vida alguna afección en la piel; no obstante, existen varias enfermedades, como la diabetes, que incrementan el riesgo.

La diabetes es una afección crónica que se presenta cuando el organismo es incapaz de producir suficiente insulina o no la utiliza eficazmente. Este padecimiento se presenta cuando los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, son más elevados de lo normal.

Algunos factores de riesgo son la genética, el sedentarismo, llevar una dieta no saludable y tener sobrepeso u obesidad. Todo ello, deriva en que la persona con diabetes, pueda presentar diversas complicaciones en su salud, tales como: lesiones en los ojos, riñones y nervios y demás enfermedades cardiovasculares.

La dermatóloga Ofelia Palacios López, mencionó que la diabetes es una enfermedad multisistémica, es decir, "que así como afecta el riñón y otros órganos, también afecta la piel".

"La piel se afecta en aproximadamente un 30 o 40 por ciento de los pacientes diabéticos, se hace más seca por la misma enfermedad y si le sumamos aparte, la neuropatía y la vasculopatía que de por sí produce la diabetes, ese tercio afectado va a ascender prácticamente a un 100 por ciento", añadió.

La doctora explica que la piel de los diabéticos se torna más sensible cuando los mismos altos niveles de azúcar dañan las terminaciones nerviosas (neuropatía diabética). Cuando esto sucede, el paciente no se da cuenta cuando hay alguna cortadura o úlceras y deja que el problema avance, ya que desconoce la presencia de las mismas.

"Si hay neuropatía diabética, se afectan las fibras sensitivas, las fibras motoras y las autonómicas, todo esto hace la piel más sensible. La persona siente menos, sobre todo en las extremidades… aparte disminuye la secreción de sebo y la piel se hace más seca y es más susceptible a infecciones y a otro tipo de complicaciones", agregó.

Palacios López indicó que para prevenir complicaciones derivadas de la diabetes, es importante que la persona lleve un control adecuado de los niveles de glucosa en la sangre. Consideró que este es principal factor para evitar que se presente algún problema en la piel.

También señaló que es importante mantener la piel limpia, seca y humectada, además de no bañarse con agua muy caliente, revisar la piel después de lavarla, beber abudante agua y curar las heridas que se lleguen a presentar.

La especialista dijo que para las afecciones en la piel no existe un tratamiento específico ya que depende de la enfermedad del paciente. No obstante, exhortó a las personas diabéticas "a observar su piel de pies a cabeza y ante cualquier cosa rara que detecten, acudir a su médico".

En su portal, la American Diabetes Association, mencionó que es posible prevenir o tratar fácilmente la mayoría de las afecciones de la piel si se detectan a tiempo. La organización señaló que algunos de estos problemas son trastornos de la piel que cualquier persona puede tener, pero son más comunes en las personas con diabetes y que éstos incluyen infecciones con bacterias y con hongos, y picazón. Además, se presentan varios tipos de infecciones con bacterias en las personas con diabetes.

Algunas afecciones de la piel relacionadas con la diabetes son: Acantosis nigricans, dermopatía diabética, necrobiosis lipoídica diabética, reacciones alérgicas, ampollas diabéticas y granuloma anular diseminado, entre otras.

Pie diabético

La Secretaría de Salud (SSa) a nivel federal, informó que las personas con diabetes mellitus, deben prestar especial atención a sus pies. Es importante mantenerlos hidratados y evitar cualquier herida; esto debido a que un gran número de pacientes que llegan a las instituciones de salud con un proceso infeccioso o necrótico, tienen como única alternativa la amputación de la extremidad.

"El pie diabético es una complicación que se presenta muy frecuentemente, es una entidad que se puede prevenir para no llegar a una amputación que pudo haber iniciado con una fisura o una infección leve".

Según la Ssa, el pie diabético es una complicación que se presenta en pacientes con diabetes mellitus, tanto en el tipo 1 como en el tipo 2, que no han llevado un buen control de las cifras de glucosa.

Los factores de riesgo asociados con el pie diabético son: historia de úlceras previas, presencia de neuropatía, deformidades en los pies y enfermedad vascular, aumento de la viscosidad sanguínea, tabaquismo, mala higiene de los pies, edad avanzada, movilidad disminuida, más de 10 años de evolución de la enfermedad.

El tratamiento para abordar el pie diabético, varía en función del grado de lesión que presente el paciente. Puede considerarse desde la eliminación de callosidades, limpieza de la herida con soluciones y jabón, uso de antibióticos, hasta la amputación.

Para prevenir el pie diabético y además de llevar un control adecuado de la glucosa, las autoridades de salud sugieren: Explorar los pies periódicamente para detectar la presencia de lesiones; lavarlos diariamente con agua y jabón y secarlos; hidratarlos; evitar caminar descalzo; utilizar calzado cómodo, cortar y limar las uñas de forma cuadrada, evitando bordes puntiagudos; si hay heridas cubrirlas con gasas estériles y acudir a revisiones periódicas con un profesional de la salud.