Pasión. Paulina de la Fuente se destacó en las actuaciones que tuvo en el Paseo Colón de Torreón.
Paulina de la Fuente regresó a La Laguna luego de su estancia de un mes en España dentro de un programa intensivo de ópera realizado en el campus del bostoniano Colegio de Música Berklee en Valencia.
Comentó que regresó satisfecha porque superó tanto sus expectativas como las de sus profesores.
Llegó a la cita como la participante más joven entre la veintena de cantantes llegados de diversos puntos del planeta y le había sido asignado uno los papeles más pequeños en la gala del curso en el Palau de les Arts Reina Sofía.
En el tema de la juventud compartió que "lejos de ser una desventaja me ayudó bastante", los maestros destacaron el "entusiasmo y la pasión por hacer las cosas" de la lagunera.
Paulina formó parte de un sexteto elegido para una clase magistral con Steven Moore, director australiano, radicado en Alemania.
Además, hizo una buena relación con Andrew Altenbach, director musical del Conservatorio de Boston, que se ofreció a apoyarla en su carrera y estar al pendiente de los pasos que decida dar dentro de su formación.
"Con las audiciones en Estados Unidos, por ejemplo", explicó la cantante.
EL CAMBIO
El programa incluía la participación en tres conciertos, uno en el Café Mercedes, especializado en jazz, otro en la Fundación Bancaja y el tercero en la sala Martín i Soler del Palau de les Arts.
En este último le correspondía interpretar el Sandman de la ópera Hansel y Gretel del compositor alemán Engelbert Humperdinck, "un papel muy lindo pero muy pequeño".
A la segunda semana, indicó, sus anfitriones cambiaron de opinión. Le dieron otro rol. Como al día siguiente tenía ensayo debió aprenderlo en 24 horas.
Así, acabó interpretando repertorio nuevo.
"Tuvo sus detalles por la premura, siento que lo hice bien", dijo sobre su presentación en un centro artístico y cultural de clase mundial.
Trabajando en su futuro
Ahora, la cantante lagunera se enfocará en buscar el mejor lugar para continuar con su formación y su mira apunta hacia Estados Unidos. Afirmó que sus patrocinadores del Instituto Resilia, que financiaron su viaje a Valencia, están contentos con los progresos obtenidos y van a seguir brindándole apoyo.
Comentó que el respaldo de instituciones que estimulen al talento joven será todavía más importante de ahora en adelante porque en su familia no disponen de los recursos suficientes para encarar el reto económico que significa asistir a una escuela en el extranjero, pero se trata de algo necesario pensando en la calidad de la instrucción. Las opciones de Paulina pues, apuntan a conseguir una beca, mantener la relación con el Instituto Resilia y, si no basta, manejar otras opciones.
