"Los hombres en la política son vistos como personajes corruptos o fáciles de corromper y gente de poco fiar. Más del 50% de los mexicanos piensa que el gobierno se manejaría mejor si ingresaran más damas a sus filas", advierte y parece aconsejar al presidente electo de México el profesor universitario y columnista Juan Manuel González Cerda en su libro "La Mujer en el nuevo mundo", uno de los siete tomos de bolsillo que integran su obra más reciente denominada Biblioteca de la Fregonería.
Si bien comienza con citas machistas dizque filosóficas sobre las vejaciones que padecían las mujeres en los tiempos pasados desde Zaratustra, Aristóteles, Napoleón Bonaparte a las sentencias de los proverbios árabes y rabinos ortodoxos -"Pégale a tu mujer que si no sabes por qué, ella si sabe"; "La mujer es, por naturaleza, inferior al hombre pues debe obedecer", "Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo", entre otras- las eleva páginas más adelante a la era de la informática y los vuelos espaciales que eso conlleva, con afirmaciones de que la féminas están alcanzando día a día, por sus destrezas y su mente privilegiada, mayores espacios en su lucha para alcanzar la igualdad de género y obtener los mismos salarios que reciben los hombres.
Los tratadistas consultados por González Cerda aseveran que mientras los varones procesan las palabras sólo con la parte izquierda del cerebro, ellas lo hacen con las dos, aprenden otros idiomas más fácilmente que los hombres, resisten mejor la fatiga y en el hígado produce más colesterol bueno. En México -prosigue- más de veinte millones conforman la población económicamente activa y de ellas un 38.2% aporta dinero a la economía familiar.
A pesar de que sólo cuatro de cada diez mexicanos acepta la igualdad entre ambos sexos-señala más adelante-, sus perspectivas políticas las podrían llevar a la presidencia de la República e incrementar su presencia en el Congreso de la Unión y las secretarías de estado.
En México hay más de mil empresarias y la tercera parte de los negocios pequeños son de mujeres. Lo malo es que la misma sociedad juzga erróneamente que tienen menos potencial que los hombres y califica como errores sus supuestas debilidades: complacer a los demás, ser dulces, compasivas, obedientes emotivas, y aceptar dependencia, obligaciones e injusticias.
Empeñado en sus afanes de hacer más fregones a las mexicanas y mexicanos, en otro de sus libros con el título "Es tiempo de reinventarnos a nosotros mismos", recurre a la escritora Mirelle Giuiliano para subrayar esa necesidad como sucede con los productos y las marcas "que necesitan actualizarse para estar vivos y vibrantes". Le reinvención propuesta implica abandonar los malos hábitos, dejar de subestimar habilidades y talentos y acortar los tiempos de navegación en el internet y en las "inmundas" redes sociales como las calificó un conocido analista.
Complementan la edición de bolsillo los siguientes títulos: "La competitividad personal, de empresa y de país", "Que no te saquen del equipo", "Cómo le vas a hacer para enfrentar con éxito el mundo del trabajo" "De lo que sea, menos en ventas", "Friégate para ser fregón-mejores personas, mejores mexicanos" y el aludido en el párrafo que abre el texto. Propone finalmente dormir siete horas, levantarse a la seis y media de la mañana y llegar temprano al trabajo. El lagunero nacido en Monterrey intenta confortar a los empleados que laboran de noche -médicos, enfermeras, veladores, ambulantes de la Cruz Roja y lo que falta, con una más de sus máximas: "El éxito en el trabajo está al alcance de quien quiera pagar el precio". Pero regresar del trabajo a la casa a la una o dos de la madrugada, como que no encaja, dice el que esto escribe.
