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LOGOS HOPE LLEGA A MÉXICO

(Primera parte)

"Una biblioteca no es un lujo, sino una de las necesidades de la vida". Henry Ward Beecher.

El 12 de agosto se celebra a nivel mundial el Día de la Biblioteca.

Con este mismo título, apareció una noticia en El Siglo de Torreón publicada el 20 de febrero pasado y que a la letra dice: "El barco Logos Hope, considerado la librería flotante más grande del mundo, llegará el próximo mes de marzo a las costas de México, con un tesoro: traerá a bordo más de 5 mil títulos que estarán disponibles a precios módicos".

"Sera una historia maravillosa, porque todas las personas que visiten nuestra embarcación tendrán la oportunidad de compartir sus costumbres y cultura con la tripulación constituida por voluntarios de más de 60 países", dijo en entrevista Pavel Martínez, oficial de medios a bordo del buque que comenzó su travesía por el mundo en 2009".

Logos Hope arribará a varios puertos de México a partir del 25 de marzo como parte de su gira por Latinoamérica, que comenzó el 30 de enero en Cartagena, Colombia.

El barco, de 132 metros de eslora, iniciará en el puerto de Veracruz la gira por el país, donde brindará a los lectores la oportunidad de descubrir los miles de libros que lleva a bordo. Seguirá por Tampico (del 29 de mayo al 19 de junio), Coatzacoalcos (del 20 de junio al 9 de julio) y Progreso, Yucatán, donde concluirá su travesía por México el 24 de julio. Los visitantes podrán disfrutar de la literatura, conferencias, conciertos, teatro y talleres".

Al conocer esta noticia, y como un amante tanto de los libros como de las bibliotecas, me programé para visitarlo durante su estancia en el puerto de Tampico, que era el lugar más cercano de su estancia en este país.

Aprovechar la estancia de Logos Hope en Tampico, sería un buen pretexto para volver al puerto donde había estado el 2004 por varios días. Sería interesante volver a visitar y recorrer algunos de los tantos atractivos con que cuenta este puerto, así como Ciudad Madero, donde algunos de los lugares que más llamaron mi atención fue ver la desembocadura del Río Pánuco en aguas del Golfo de México. El Centro Histórico de Tampico se encuentra muy cerca del lugar donde iba a zarpar la enorme embarcación del Logos Hope que iba a adentrarse al mismo a través del Río Pánuco muy cerca de lo que fue el edificio, ahora convertido en Museo de la Aduana, en cuyo centro se encuentra La Plaza de la Libertad y a su alrededor lo que se conoce "como un pedazo de Nueva Orleans en México", ya que la arquitectura de los edificios que se encuentran a su alrededor tienen un gran parecido con la arquitectura de esa ciudad de los Estados Unidos.

Muy cerca de esta plaza se encuentra el Puerto de Tampico, ubicado sobre el Río Pánuco, y fue precisamente en este lugar donde iba a zarpar el Logos Hope. Donde se encuentra el Antiguo Edificio de la Aduana, un edificio de gran belleza arquitectónica, con historia de más de un siglo y en la actualidad convertido en el Museo de la Victoria.

Muy cerca de la Plaza de la Libertad recuerdo se ubica otra hermosa plaza , donde en uno de sus costados se encuentra el imponente edificio de la Presidencia Municipal, el cual abarca toda la manzana; en otro de sus costados, se aprecia la hermosa Catedral de Tampico dedicada a la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, y que al igual de cientos edificios religiosos que se encuentran dispersados por todo el país, su belleza arquitectónica es difícil e indescriptible, lo más aconsejable es admirarla cada quien "con sus propios ojos".

En los otros dos costados de esta plaza, se ubican un buen número de restaurantes y cafeterías que sé son muy visitados por los turistas que visitamos el puerto. En el centro de este hermoso jardín pletórico de una gran diversidad de plantas de ornato, se encuentra un gigantesco kiosco de cantera rosa que "simula" un pulpo, llamando mi atención que no había sido graffiteado por propios o extraños y que habla muy bien de la educación de sus visitantes.

En una de las tantas bancas, recuerdo que atrajo mi mirada una escultura de una persona en posición sedente de grandes dimensiones y con una placa en un costado con el siguiente mensaje: "José Calderón Torres, tampiqueño que se convirtió en leyenda, ya que a los 15 años tenía el físico de un adulto y su fuerza equivalía a la de dos hombres; siguió creciendo hasta alcanzar los 2.35 metros de estatura y ser considerado el hombre más alto del mundo, debido a su condición llamada gigantismo".

Conocido como "Pepito", nació en la Colonia Arenal y estudió hasta segundo año de primaria en la Escuela Gabino Barreda. Trabajó en los muelles y en los mercados como cargador ayudando así a su familia.

De 1941 a 1956, perteneció al Sindicato de Terrestres (estibadores), de ahí su apodo de "Pepito el terrestre", hasta que enfermó de la pleura, dejó el trabajo en los muelles y se dedicó a vender billetes de lotería y a chacharear como a él le gustaba decir. Su madre le confeccionaba la ropa y un viejo zapatero de los mercados le fabricaba alpargatas especiales para sus pies planos, debido a que por su estatura le era imposible encontrarlos a su medida. Tuvo tres hermanos y siempre demostró su gran amor hacia su madre; tenía una voz dulce y suave que contrastaba con las rudas dimensiones de su cuerpo. Murió el 15 de octubre de 1975, siendo uno de los gigantes más longevos que existieron; su funeral fue muy singular, ya que debieron construir un ataúd especial y la carroza debió llevar la portezuela abierta, pues la caja mortuoria no cupo en su interior. Fue enterrado en el Panteón Municipal. Su estatua es la más visitada y fotografiada de la ciudad, siendo su autor el escultor Víctor Hugo Yañes Piña.

  Por: Dr. Leonel Rodríguez R.

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