Sin necesidad de que esté presente el invierno, Rusia ha sido un "mal" anfitrión para las potencias del planeta futbol. Una verdadera pesadilla.
En un día, las dos máximas figuras del balompié mundial a nivel de clubes se fueron de regreso a casa.
Ayer, España se fue también.
Alemania, no pasó de la fase de grupos; se le indigestó México en el debut y ante Corea del Sur nada más no pudo, pese a dominar todo el partido, crear chorrocientas jugadas ofensivas con mil 400 millones de pases. La selección campeona no pudo.
¿Es el peor Mundial de la historia? ¡No! ¿Por qué habría de serlo? ¿Por qué los chicos le pegan a los ricos? Al contrario, es un torneo lleno de esperanza para los que nunca han ganado nada. Para México, por ejemplo; aquí está el quinto partido tan anhelado.
La lista de candidatos naturales al título antes de que iniciara el Mundial se reduce día con día; hoy podría ser Brasil, si es que los mexicanos salen inspirados y pueden frenar a Neymar. Más o menos como frenaron a todo el "tanque" alemán o como los rusos lo hicieron ayer con la "poderosa" España.
¿Qué es un Mundial feo? ¡No! ¿Por qué? Al contrario.
¿Quién necesita a Messi o a Cristiano? En verdad, ¿alguien los extraña? ¿No pueden vivir sin un jugador en específico? Lionel está visto que no puede cargar con su selección. Y Cristiano no tiene un equipo a su nivel.
Alemania llegó muy "bofa" a la cita. Con una serie de amistosos lamentables en el presente año y sin haber logrado la amalgama perfecta entre los jóvenes y los veteranos.
España cayó en su soberbia, o la de algunos de sus jugadores. No les dio el nombre para mantenerse con vida. Pero ahí están los rusos, que sin haber jugado eliminatoria se aferran como pueden a seguir en su Mundial. Está Uruguay, un país de viejas glorias con un DT que los comprende y los hace jugar.
Está Croacia, con magia y tenacidad. ¡Qué partido el de ayer contra Dinamarca!
Y hoy le toca a México. Y a Bélgica. Y mañana a los suecos. Y luego se cierran los octavos con un Colombia - Inglaterra de pronóstico reservado. Y apenas estará por llegar lo mejor.
El territorio ruso no es sencillo, lo dice la historia. Aquí no todos ganan. Aquí no se libra cualquier batalla.
El torneo está en su mejor punto y hoy cualquiera puede ser campeón del mundo.
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