De vuelta en vuelta. María acudió después de las 8 a su casilla ubicada en la escuela primaria Vicente Valdés Valdés. (VIRGINIA HERNÁNDEZ)
María tardó casi 4 horas para poder votar.
Pese a que la cambiaron del lugar donde habitualmente acude a votar sin recibir notificación alguna, hizo el esfuerzo para emitir su sufragio a pesar que tardó para ello cerca de 4 horas.
Aunque dijo que "parece que en México se ponen muchas trabas para que los ciudadanos cumplan con su obligación cívica", ella decidió acudir a la casilla extraordinaria que se abrió en la escuela primaria Centenario en el fraccionamiento Rincón de los Nogales y perder ahí más de otra hora para esperar su turno para votar.
Este domingo María acudió después de las 8 a su casilla ubicada en la escuela primaria Vicente Valdés Valdés como lo viene haciendo hace varios años. Debido a que algunos funcionarios no se presentaron no se podían abrir los paquetes en tanto algunas personas de la fila aceptaran ser voluntarios.
María y otros más dijeron que tenían que acudir a trabajar, por lo que no podían aceptar quedarse todo el día, aunque dijeron que sí quisieran hacerlo.
Ya eran las 9 de la mañana y apenas se tenía uno de los 2 voluntarios que se necesitaban.
Mientras esperaba en la fila vio que personal del INE o IEC con chalecos rosas atendieron a personas que dijeron que ya habían preguntado y que les dijeron que no les tocaba ahí votar. Pese a que la sección le correspondía en la lista no aparecía su nombre, por lo que la funcionaria le dijo que tal vez estaría en las casillas extraordinarias que se abrieron en la zona, por lo que le pasó la dirección para que se moviera y acudiera a emitir su voto.
María vio varios casos que se presentaron entre otros muchos, en donde la gente estaba molesta porque no dejaban entrar para votar. Un segundo voluntario se presentó y parecía que todo comenzaba a cambiar para bien.
Mientras trabajadores que lucían uniformes de diferentes empresas o con ropa común que les dieran oportunidad para votar porque en sus trabajos los regañaban, lo cual lograron, María le tocó por fin su turno para votar cerca de las 9:40 de la mañana. Cantaron su nombre el presidente de la casilla, pero su nombre no estaba en la lista. Le dijeron que tal vez estaba en la casilla extraordinaria.
Molesta fue con la representante del IEC o INE, no se acuerda bien, y le dijo que ahora que hacía. Le indicaron la dirección donde estaba la casilla extraordinaria y que probablemente ahí le tocaría votar.
En pocos minutos llegó al lugar gracias a que traía auto, pero como se lo esperaba la fila era enorme. Viendo que el tiempo pasaba y que tal vez no votaría porque tenía que trabajar, vio como adultos mayores se les daba preferencia para emitir su voto, lo cual lo comprendía, pero necesitaba avanzar rápido.
Con la duda de si sería o no la casilla correspondiente, vio que padres de familia iban con sus hijos para que ellos hicieran el tachado de las boletas correspondientes y que al término también les marcaran su dedo al igual que a su papá.
Le tocó el turno y siendo casi las 11 de la mañana por fin logró votar y correr para llegar pronto a su trabajo.
