Resultados. Eran considerados 'problema' y ahora son agentes de cambio en su comunidad, bajo programa de Prevención al Delito. (MARY VÁZQUEZ)
El resultado con el proyecto del Instituto Atlético Policial fue inesperado, admiten en el área de Prevención al Delito, de la Dirección de Seguridad Pública, en el municipio de San Pedro.
En un inicio se integró al instituto a 25 jovencitos y jovencitas de primarias y secundaria; el requisito era tener mala conducta y entregar sus calificaciones, donde se confirmara su bajo rendimiento escolar, que luego fueron mejorando sustancialmente, pero ante los buenos resultados obtenidos, el proyecto lo conforman 135 niños y adolescentes de colonias y ejidos, incluso algunos destacados académicamente.
Fue aproximadamente un año y medio que nació la idea, luego de que las autoridades educativas solicitarán el apoyo a Seguridad Pública, para canalizar estudiantes con graves problemas de conducta, derivado de su entorno; pues provenían de colonias consideradas como las más conflictivas.
Cuentan que cuando se delineó el programa la intención era agotarlos hasta que llegaran a sus casas, prácticamente a dormir, no darles tiempo de que los fines de semana anduvieran en la ociosidad.
Fue así que se diseñó un programa de adiestramiento muy similar al que son sometidos en las academias de preparación policial; pues reciben clases de defensa personal, boxeo, acondicionamiento físico, así como clases de formación cívica y ética, derechos humanos, toma de decisiones, inteligencia emocional, manejo de estrés y primeros auxilios.
Pero luego se empezó a trabajar el lado humanitario, con acciones encaminadas al servicio a la comunidad; de tal forma que se organizan visitas al asilo, campañas de limpieza, se han organizado para visitar colonias y ejidos a repartir comida y juguetes, pero su "misión" más fuerte fue integrarse al grupo de búsqueda del niño que desapareció, en el ejido La Victoria, que luego fue encontrado muerto, ahogado en una parcela.
Los encargados del programa coinciden que lo que les faltaba a los jóvenes y jovencitas, tener un ambiente de pertenencia y que se les ayudará a descubrir, las capacidades que tienen para ser agente de cambio.
"Nosotros tratamos de disciplinar, de enseñar, pero es bien sabido que el ejemplo es lo que deja el mayor aprendizaje, y no les podemos hablar de formación física y ética cuando no les damos una pauta a seguir y parte fundamental de lo que ellos aprenden en una aula o un salón de clases, es que lo practiquen", afirma Francisco Javier Rodríguez, subdirector de la Policía.
