EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Nuestra barbarie

Con/sinsentido

MIGUEL FRANCISCO CRESPO ALVARADO

Sin embargo, en nuestra época los bárbaros no esperan al otro lado de las fronteras, sino que llevan gobernándonos hace algún tiempo.

(Alasdair MacIntyer, Tras la virtud, 1985 p. 343)

Los bárbaros a los que refiere el epígrafe no son un grupo humano en particular que pueda ser distinguido por su idioma, etnia, religión o ideología política. La barbarie del presente es por sobre todas las cosas una actitud que encuentra en el poder toda su motivación para pasar por encima del otro y avasallarlo.

Es esa disposición que encuentra un "porque puedo" como respuesta a todo cuestionamiento sobre sus actos: mato porque puedo, robo porque puedo, lanzo gritos homofóbicos porque puedo, violo porque puedo, me paso un alto porque puedo, contamino porque puedo, enjaulo niños porque puedo… Cada vez que realizamos un acto que se justifica con un "porque puedo" nos incorporamos al grupo de los bárbaros y abandonamos el camino de la civilidad.

Entre más poder se tiene, más grande es la tentación de utilizarlo "porque se puede"; esa es la razón por las que, entre los políticos, solemos encontrar algunos de los peores casos de barbarie. Pero tristemente no son los únicos, sino que compiten con quienes controlan la economía y el uso de la fuerza, tanto aquellos que forman parte de la "legalidad" como aquellos que se escapan de la misma. Y en una pequeña escala, todos los demás, cada vez con menos excepciones, cada vez que hacemos uso se nuestra parcela de poder.

Actuar porque se desea generar un beneficio para los demás nos parece una utopía o, peor todavía, una forma perversa de manipulación en la búsqueda por ocultar nuestras verdaderas intenciones. Respetar las leyes es cosa de tontos y aceptar que el otro piense diferente un asunto inaceptable, cuando todo lo que se busca es la ganancia personal, sin importar los daños que se ocasione a los demás.

El mundo actual es testigo de grandes arbitrariedades, de injusticias terribles y abusos de todo tipo, y no estamos haciendo gran cosa para cambiar. Observamos con gran facilidad la paja en el ojo ajeno, pero no nos perturba en lo más mínimo nuestra propia barbarie; contrario a ello, desearíamos tener más poder, para utilizarlo a voluntad y hacer lo que se nos venga en gana… tal como hace Trump.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Con sinsentido

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1473416

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx