En cierta ocasión, mal bromeando entre amigos, uno de ellos tomó la palabra para aconsejar ante las situaciones en que el esposo era descubierto cometiendo adulterio.
Su recomendación era simple: ¡Niégalo todo!
- "Si te ve la amiga de tu mujer y va de chismosa a contarle: niégalo todo; cuando ella te encuentre recados o manchado el cuello de la camisa: niégalo todo; si llegas a la casa → mal-fajado→ : niégalo todo; y si ella dice haberte visto, entonces contesta: Gordita: ¿a quién le crees?, ¿a tus ojos que te mienten o a tu gordito que te quiere?"
Las risas y las carajadas se escucharon en todo el local en que nos encontrábamos; claro, era una reunión de amigos, contando chistes más para amenizar la reunión.
Esa historia del chascarrillo nos viene bien para poder describir las actuaciones públicas de nuestros políticos, malas, desafortunadamente.
¡Niégalo todo!, pareciera el consejo que recibió López Obrador, cuando le recuerdan su actuar al ser autoridad del entonces Distrito Federal Mexicano; si se trata de reconocer las acusaciones contra sus elegidos para acompañarlo a gobernar, la respuesta es la misma y la negación a la realidad de señalamientos jurídicos es borrada con el desconocimiento de lo documentado.
Ricardo Anaya, ha demostrado de mil maneras sus capacidades para la elocuencia - no sólo verbal, sino corporal - para negarlo todo, desconociendo negociaciones de ventas y traspasos de terrenos, dejando de lado la importancia de su relación con otros - como empresario - sin que se le haya demostrado a satisfacción las acusaciones que le hacen sus adversarios. El, simplemente: lo niega todo.
José Antonio Meade, niega toda relación en el llamado gasolinazo, las malversaciones del petróleo mexicano y su involucramiento en las decisiones irregulares del Presidente de México, su jefe durante su gestión secretarial. "¡Niégalo todo!"
Jaime Rodríguez, quién tiene "poca cola que le pisen" debido a su corta carrera política, al recibir acusaciones - infundadas o no - del actuar de sus colaboradores en el gobierno de Nuevo León, simplemente se acoge a la postura "¡niégalo Todo! y como respuestas lanza chistoretes o retos, siempre desviando el sentido de lo cuestionado en la entrevista o declaración.
Aplicando la traspolación a lo declarado por los candidatos, sin duda, el verbo negar acompañado de la injuria son el común denominador.
Las consecuencias son claras: nos quedan amplias lagunas de conocimiento sobre el actuar político de todos los candidatos, quienes, sin duda, lo hacen por la recomendación de sus maliciosos asesores, logrando evadir momentos difíciles que les restarían puntos en las "tendencias" dadas por las empresas encuestadoras de opinión, algo que también es incierto. Baste recordar que Trump no era el mayormente elegido en los Estados Unidos y Hillary aparentemente ganaría la elección; en México sucedió lo mismo con Labastida, que finalmente fue derrotado en las urnas.
Las llamadas "encuestas electorales" son elaboradas por múltiples empresas; curiosamente casi nunca coinciden entre ellas y las dudas sobre su metodología y eficiencia en la captura de información quedan al descubierto. Desgraciadamente sus decires nos influyen y en muchos casos, sin aplicarles mayor pensamiento, ya desinformados, votamos manipulados por el engaño y eso también es administrado por los asesores de los candidatos.
También sume la influencia de los medios de comunicación: los formales expresan sus opiniones a través de los editorialistas, muchos de ellos con amplio reconocimiento de inteligencia, información, conocimiento, además de capacidad investigativa; con méritos ganados a pulso en años de trabajo honesto, orientador de verdad. Otros, dejándose llevar por la corriente, sumando puntos para sus mecenas encubiertos. Desafortunadamente los malos también son muy leídos, quedando la sensación de que declaran verdad, considerándolos escritores con méritos; pensamos: "no por nada tienen esos espacios de información, asignados por sus directores".
Las redes sociales son fundamentales en estas elecciones; poder definir entre las comunicaciones verdaderas y las falsas es una odisea a la que deberemos enfrentar con éxito. Hay irresponsables que juegan con la tecnología, otros que la dominan y aprovechan; considere que se dice son ocho de cada diez los que mienten y desinforman. Vea firmas y sus medios para definir la validez.
Desafortunadamente no hay "recetas de cocina" y deberemos ajustarnos a buscar información, contrastarla entre una y otra fuente, comentar, intercambiar ideas y pensar sobre la asignación de nuestro voto.
Aún eso es insuficiente: Usted forma parte de una minoría que tiene la capacidad y el privilegio de poder analizar inteligentemente información, así que, en consecuencia, tiene la obligación de promover sus ideas políticas.
Si quiere que su candidato - pollo menos desplumado - sea elegido, más le vale empezar a actuar.
P.D. ¡México 1; Alemania 0! y en medio de la algarabía, EPN firmó diez decretos de expropiación de Agua sobre 300 cuencas hidrológicas, de las 756 que existen en el país. -Siglo. 18/12/18-
