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Sobre la timidez

Seguramente, hemos visto a un niño esconderse detrás de su madre cuando la madre platica con un extraño en la calle o en la tienda. O el adolescente a quien le atemoriza sacar a bailar a una muchacha en una fiesta. O el joven adulto quien aún no ha pasado por la experiencia de tener una novia por el temor de ser rechazado o la inseguridad de invitarla a salir. Es muy fácil decir que las personas descritas en estos ejemplos son tímidas, y que por lo tanto son individuos quienes posiblemente tendrán dificultades para relacionarse con otros y posiblemente no tener éxito en la vida.

Durante mi niñez, a mediados de la década de los sesenta, recuerdo haber visto algunos episodios de la famosa telenovela "Gutierritos". Debido a mi corta edad, no tenía mucho interés en el programa, sin embargo, memoricé algunas escenas sobre la manera en como Gutierritos se comportaba, y como lo trataban no solamente en su trabajo, sino también su propia familia. El personaje en la telenovela era una persona amistosa y amable, pero muy sumisa y tímida, y por lo mismo, la mayoría no le respetaba. Para mí, la personalidad representada por el personaje de Gutierritos es un ejemplo de un caso de timidez el cual intentaré explicar en este artículo.

La timidez es la tendencia de una persona a concentrarse en sí misma (autoconciencia) de manera excesiva, al grado de generarse incomodidad y ansiedad al interactuar con otros (Dr. Michael Considine, Seminario sobre la Timidez, 2015). Es una característica de personalidad la cual se adquiere mediante ciertas experiencias vividas desde la niñez. Cuando menos, dos de los autores consultados para este artículo, afirman que la timidez es un rasgo hereditario influido en su mayoría por un ambiente familiar que infligió descuido en el área emocional del niño (limitación afectiva), o sobreprotección al grado de reforzar dependencia, los cuales causan que los niños sean inhibidos socialmente. Ejemplos de este tipo de ambiente incluyen el uso de criticas negativas, rechazos, disciplinas muy estrictas o control excesivo por parte de los padres. En algunos casos, el divorcio de los padres a edad temprana, principalmente antes de la escuela primaria, puede ser factor en la timidez.

Una persona tímida normalmente es insegura, tiene muchas dificultades para relacionarse con otros, y le resulta muy incómodo iniciar una conversación o conectarse íntimamente con los demás. Este tipo de personas normalmente se siente criticado después de sobrevalorar a los demás, y subestimar sus propias capacidades y habilidades. De ahí su inhibición y vergüenza en sus interacciones debido al miedo de ser juzgado negativamente. Una persona tímida también tiene la tendencia a la soledad, lo que muchas veces le deprime o le pone ansioso. En su comunicación con otros, tienen dificultad para hacer contacto visual.

En culturas occidentales, como en México, es común que la sociedad juzgue la timidez como un carácter sumiso o una debilidad personal, y valore mas a una persona social, dinámica, agresiva, ambiciosa, auto confiada, competitiva, entre otras características personales, para determinar que alguien va a prosperar personalmente y profesionalmente. No hay duda que una persona extrovertida en comparación con una persona tímida tiende a sobresalir porque es mas notable en la mayoría de los grupos sociales, sin embargo, esto no quiere decir que una persona tímida esté predeterminada al fracaso o a la mediocridad. Probablemente, conocemos personas consideradas "tímidas" quienes han logrado éxito en alguna profesión, en los negocios o como persona.

La timidez no siempre es vista de una manera negativa. Mucha gente vive contenta y sin problemas siendo retraída. De hecho, algunos autores ven un aspecto positivo en la timidez, ya que esta población tiende a ser mas reflexiva, cuidadosa, flexible y saben escuchar. Por los mismo, son efectivos en actividades solitarias y creativas, por ejemplo, trabajos de laboratorio, computadoras, leer, escribir, dibujar o pintar, etcétera.

En ciertas circunstancias, es normal sentirse inseguro o intimidado, especialmente con gente de alto poder organizacional o político, o alrededor de otras personas de importancia. La diferencia con la timidez es que esta ultima incluye vergüenza, necesidad de perfección y una autoimagen o autoestima débil, además de ciertos síntomas como nerviosismo, sudoración, boca seca, etc. El aspecto importante de la timidez es saber identificarla, ya que existen condiciones patológicas que tienen características similares a la timidez, por ejemplo, un trastorno de personalidad por evitación, o un trastorno del espectro autista. Si lo que se identifica como timidez es muy debilitante y crea incapacidad en el trabajo o en otra función social, o alguna condición mental como depresión o ansiedad social, se recomienda ver a un psiquiatra o psicólogo, quien puede evaluar, diagnosticar y tratar la condición si es necesario. Lo importante es saber que no todo es negativo con la timidez y hay varias maneras de manejarla. En el próximo artículo, comentaré sobre la diferencia entre la timidez y la introversión. Gracias por su interés en esta columna.

  Por: Mtro. Francisco Pineda

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