Un triunfo siempre será motivo de alegría y así fue recibido el triunfo de la selección nacional ante Alemania, después de un tormentoso cierre de preparación tanto en la cancha como fuera de ella se obtiene un resultado favorable en el que seamos honestos muy pocos confiaban y de los pocos que expresaban la confianza en el triunfo lo hacían unos por nacionalismo, otros por esperanza.
Los resultados favorables abren muchos espacios, primero para reforzar el aspecto primordial de la emotividad, primero el aspecto de la autoestima que trae a la mano el aspecto de la confianza, situación que te lleva al filo del agua por la ambigüedad de la línea tan delgada entre el afrontar los siguientes compromisos sobradamente, o bien, el refrendo de la necesidad de no aflojar el paso y lograr contra los momios en contra o poco esperanzadores del esperado quinto partido.
La controversial presencia de Rafael Márquez en el seleccionado tuvo respuesta en dos situaciones muy futboleras en las que se manifestó su calidad futbolística, rescato el detalle futbolero, pero sobre todo humano en el relevo y el enorme respeto mostrado por Andrés Guardado en el momento del relevo al colocar, no entregar el emblemático gafete de capitán, una estampa futbolera apreciada por muchos aficionados y por quienes hemos vivido en el hermoso mundo del futbol. Continuemos viviendo con intensidad y esperanza este mundial y que este resultado influya en el comportamiento nacional tan necesario por el momento histórico que vivimos, no caigamos en un triunfalismo equivocado, pero sigamos con el ímpetu y convicción de ganar, pero sobre todo de enfrentar con todo a quien sea.
Este mundial ha iniciado con resultados inesperados, un partido inaugural con un nivel distante a la exigencia de un mundial, después un partido de alta calidad entre España y Portugal con una tremenda exhibición de Cristiano Ronaldo, una poco alentadora presentación de Argentina y una selección de Brasil que acabó difusa ante Suiza con decisiones arbitrales para el análisis del mexicano Ramos. A esperar los siguientes.
Por otro lado, termina la carrera de un grande el lagunero Cristian Mijares tuvo el último encuentro de su carrera con una derrota en el cuadrilátero más no en su admirable trayectoria, deseamos de corazón que la carrera del Diamante Lagunero ahora como comentarista esté llena de éxitos ¡Hasta la próxima!
