'Salía bien sexy con mi pañalera'

"Es una tontería y hasta sexista pensar que la crianza de los hijos es de las mujeres, tanto tú eres capaz de hacer cualquier actividad de un hombre como yo de hacer cualquier actividad de una mujer, lo único que le envidio a una mujer es dar a luz, ¡Qué maravilloso dar una vida! es la única ventaja que una mujer tiene sobre mi", dice José Luis Herrera Quiroz quien es papá soltero desde hace 14 años.

Cuando su hija Daniela cumplió seis meses de edad y su hijo David tenía poco más de un año, la madre de ambos se fue a Puebla para asistir al funeral de su abuela. Nunca regresó.

Fue entonces cuando José Luis Herrera comenzó cargar con leche, agua, pañales y demás accesorios, para acudir a su trabajo en un establo acompañado de sus hijos.

"Salía bien sexy yo con mi pañalera, con mis dos criaturas, en ese entonces estaba trabajando en un establo, porque soy médico veterinario de carrera; me llevaba a mis bebés, andaba con ellos para todos lados; yo les enseñé a caminar, andar en bicicleta, tengo los dientes de ellos, todo, les preparaba su papilla, los bañaba, todo lo que hace la mamá".

Duró seis años en este trabajo y perdió varias oportunidades en otros porque no tenía quien se hiciera cargo de sus hijos. No se arrepiente, la prioridad era y es, estar cerca de ellos.

Después vio la oportunidad de trabajar como taxista, un trabajo que considera ideal, pues puede estar disponible cuando Daniela y David lo necesiten.

En estos 14 años, se casó una sola vez con una mujer que también tenía dos hijos. Su matrimonio terminó cuando se dio cuenta de malos tratos de parte de su entonces pareja hacia sus hijos. "Hablé con ella y le dije: - hasta aquí, sí, la llevamos muy padre, pero primero son mis hijos -. Me dijo que si yo quería ella le dejaba sus hijos a su mamá y le respondí que con eso me acababa de reconfirmar mi decisión: - ¿o sea que te importo más yo que tus hijos? Qué lástima, fíjate que tú a mí no, primero están mis hijos- y se fue", contó.

José Luis nunca se perdió los festivales del Día del Padre... y tampoco del Día de la Madre, pues era él quien asistía. Cuenta que nunca se sintió discriminado debido a que las escuelas sabían su situación.

En estos años, considera que ser papá y mamá no es difícil, pero sí muy agotador. Ahora que son adolescentes, David y Daniela le ayudan a las labores del hogar. Incluso tienen repartidas las actividades, pues mientras él es quien se encarga de cocinar y lavar, su hijo limpia la cocina y la niña la sala, comedor y los baños, porque así lo acordaron. De todo lo que ha vivido, dice que no se arrepiente, sino al contrario.

"Me siento pleno, sí falta una compañera, el estado perfecto del ser humano es estar en pareja, pero hasta ahorita ellos son mi complemento y estamos muy contentos".