Siguen los funerales de las víctimas. (EFE)
Efe
Los guatemaltecos siguieron ayer despidiendo a sus familiares y amigos víctimas de la mayor erupción de los últimos años del Volcán de Fuego, el pasado 3 de junio, con un ojo en el coloso que parece que no quiere descansar. Aunque ayer no se realizaron labores de búsqueda y rescate en el área, la maquinaria pesada sí entró a la zona para limpiar el lodo, las piedras y la ceniza que el volcán, ubicado sólo a unos 50 kilómetros al oeste de la capital de Guatemala, expulsó durante las últimas horas.