A la expectativa. El encuentro, el primero de la historia entre líderes de EU y Corea del Norte, ha atraído a unos 2,500 periodistas de todo el mundo, que seguirán el incierto resultado de una cumbre centrada en la desnuclearización del régimen de Pyongyang.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, llegaron ayer a Singapur con grandes esperanzas para su cumbre de hoy (martes tiempo de Singapur), la primera de la historia entre los dirigentes de los dos países.
Kim fue el primero en aterrizar en la ciudad-estado asiática después de tener en vilo durante horas a los medios de comunicación, que trataban de averiguar en cuál de los tres aviones que despegaron desde Pyongyang viajaba el líder del hermético país.
"El mundo entero está pendiente de esta cumbre histórica", dijo el líder norcoreano poco después de su llegada, al comienzo de una reunión con el primer ministro singapurense, Lee Hsien Loong.
Trump fue más escueto cuando llegó a Singapur a última hora de la tarde después de un largo viaje desde Canadá, y se limitó a asegurar que se sentía "muy bien" respecto a la cumbre antes de desplazarse a su hotel.
Éste es el viaje más largo que ha hecho Kim -cuyas dos únicas visitas al extranjero fueron a China en marzo y mayo de este año-, y para el trayecto de más de 4,700 kilómetros hasta Singapur eligió un Boeing 747 de la compañía estatal china Air China.
Pero también despegó desde Pyongyang hacia Singapur el avión privado de Kim, un Ilyushin IL-62M, apodado "Air Force Un", en contraste con el Air Force One estadounidense.
Muchos analistas habían especulado sobre las posibles dificultades de esa aeronave de 39 años de antigüedad para cubrir el trayecto hacia Singapur, y Kim optó finalmente por aceptar la ayuda china, aunque envió además su avión privado, posiblemente como medida de seguridad.
También llegó a Singapur un avión de transporte de fabricación rusa, que se cree que transportaba alimentos, vehículos, armas autorizadas y otros suministros para la visita del líder norcoreano.
Quizá para deleitar a las cámaras apostadas a la entrada del hotel de Kim, el Saint Regis, una docena de guardias de seguridad corrieron durante unos segundos a ambos lados de la limusina blindada del líder norcoreano cuando éste se dirigió a media tarde a su reunión con el primer ministro de Singapur.
Se repetía así la icónica imagen que fascinó a los medios y generó todo tipo de bromas el pasado 27 de abril, cuando Kim se reunió con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en la frontera entre las dos Coreas.
El jefe del Gobierno singapurense, que también tiene previsto recibir este lunes a Trump, es el tercer líder extranjero con el que se ha reunido Kim desde que llegó al poder en 2011.
Hasta ahora, el líder norcoreano solo se había entrevistado dos veces con Moon y otras dos con el presidente chino, Xi Jinping, en encuentros que se enmarcan en el periodo de distensión iniciado a comienzos de este año.
Kim y Lee sonrieron ante las cámaras y se estrecharon la mano antes de sentarse a conversar durante 20 minutos sobre las perspectivas de la cumbre.
"Gracias a sus sinceros esfuerzos (...) pudimos completar los preparativos de esta histórica cumbre, y queremos darle las gracias por ello", le dijo Kim al primer ministro de Singapur.
Si la cumbre es "exitosa", "el nombre de Singapur entrará en la historia", pronosticó el dirigente norcoreano.
El líder supremo norcoreano viajó acompañado de Kim Yong-chol, considerado su mano derecha y vicepresidente del Partido de los Trabajadores; el ministro de Exteriores, Ri Yong-ho; el responsable de Exteriores del Partido, Ri Su-Yong, y su jefe de Gabinete, Kim Chang-son.
A Trump, por su parte, le acompañan el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que ha mantenido ya dos reuniones con Kim en Pyongyang; el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly; y el asesor de seguridad nacional del presidente, John Bolton, cuyas declaraciones sobre la cumbre han irritado a Corea del Norte.
Ambos líderes tienen casi todo un día libre por delante antes de la cumbre, prevista para las 09:00 del martes (8:00 de la noche de hoy tiempo de México) en el exclusivo hotel Capella de Singapur.
No hay detalles sobre su agenda para este lunes más allá de la reunión prevista entre Trump y Lee, que abordarán los preparativos para la cumbre, cuyo objetivo es iniciar un proceso de desnuclearización en Corea del Norte.
Las claves de la cumbre
El Presidente de EU, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, tendrán una reunión histórica. Esto es lo que debes saber.
1 ¿Por qué es tan importante?
Ningún Presidente estadounidense se ha encontrado con un líder de Corea del Norte.
Desde su fundación en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial, Corea del Norte no es un país reconocido por EU y nunca han tenido relaciones diplomáticas estables. En la guerra entre coreas de inicios de los años 50, EU apoyó al Sur, mientras el Norte fue apoyado por la URSS. Un armisticio acabó con las hostilidades, pero los países siguen oficialmente en guerra.
Durante las últimas décadas del Siglo 20, Corea del Norte optó por incrementar su arsenal, desarrollar una bomba nuclear propia y apostó a los misiles balísticos.
Occidente lleva décadas intentando pactar la desnuclearización de Corea del Norte, ya sea con diplomacia o con sanciones más graves. Este será el contacto más directo entre ambos.
2 ¿Dónde y cuándo se realizará?
El lugar elegido por los asesores de los líderes fue Singapur: una ciudad-estado asiática que mantiene relaciones diplomáticas con ambos países. En otras ocasiones, Singapur ha servido de escenario para encuentros históricos: el Presidente de China, Xi Jinping, se reunió ahí con la presidenta de Taiwán, Ma Ying-jeou.
La cumbre se realizará este 12 de junio a las 9:00, hora local, y el 11 de junio a las 20:00 hora de México.
Hotel Capella
Las 112 habitaciones y villas fueron diseñadas por el arquitecto británico Norman Foster.
La ubicación ofrece una excelente seguridad, razón por la que concentra reuniones internacionales de alto nivel.
El gobierno de Singapur emitió una orden pública estableciendo zonas especiales alrededor de los hoteles Shangri-La y Capella desde el 10 de junio hasta el 14 de junio. Cualquier persona que ingrese a las zonas deberá cumplir estrictas condiciones y los drones tendrán prohibido volar sobre el área restringida.
3 ¿Qué quieren conseguir?
En varias ocasiones, el Secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, ha dicho que su principal objetivo es lograr la desnuclearización de Corea del Norte.
Por su parte, el encargado de la política exterior norcoreana, Kim Kye Gwan, pidió el país busca un compromiso de Estados Unidos para sacar a las tropas que tiene en la península coreana y terminar con lo que llaman la política hostil de EU, lo que incluye las sanciones comerciales impuestas por Washington.
4 ¿Por qué las armas nucleares son importantes para Corea del Norte?
Corea del Norte es un régimen basado en el culto a la familia Kim que funciona bajo un esquema totalitario. Se han documentado numerosas violaciones a los derechos humanos, además de que mantienen incomunicados a sus habitantes.
Ante ello, la forma en la que evitan la intervención extranjera y aseguran su aislamiento ha sido provocar miedo con su desarrollo armamentístico por dos vías.
Una de ellas, son sus misiles balísticos, cada vez de mayor capacidad.
Durante años, Corea del Norte realizó pruebas nucleares para mostrar su poderío a Estados Unidos. En las últimas pruebas que realizaron presumieron un misil balístico capaz de llegar a Estados Unidos y pruebas nucleares que avanzaban, mientras las sanciones económicas crecían.
Pero todo tiene un límite, y al parecer este llegó a finales de 2017.
5 Kim y Trump se amenazaban con ataques nucleares. ¿Por qué ahora van a reunirse?
Los primeros meses de Trump en el poder fueron bastante tensos con Corea del Norte, país que había incrementado el número de pruebas balísticas, cada vez de mayor alcance. Por su parte, Trump insistía en más sanciones y en una retórica más dura.
Y las cosas empezaron a cambiar justo con la llegada de 2018. En su mensaje de año nuevo, Kim llamó al Gobierno de Corea del Sur, encabezado por Moon Jae In, a hacer las paces y buscar una corea reunificada.
Reforzó su mensaje con el envío de una delegación para los Juegos de Invierno de Pyeongchang y, finalmente, con la histórica cumbre con Moon Jae in; la primera vez que un líder norcoreano cruzó al Sur.
Aunque debido a la cerrazón del régimen es imposible saber los verdaderos motivos, analistas apuntan que el giro diplomático de Corea del Norte se debe a que el régimen está asfixiado por las sanciones económicas.
Necesitan una salida y, ahora, están en una nueva posición para negociar debido a tres motivos:
Las armas nucleares ya son una realidad, no una posibilidad. Seguir aumentando su capacidad no los llevaría más lejos, así que llegaron a un punto muerto.
China se ha convertido en un modelo, pues Xi Jinping aspira a una reelección ilimitada como Presidente, mientras aumenta su comercio con el mundo. Es decir: no es necesario mantener el mismo sistema aislacionista para mantener el poder.
Rusia podría volverse un aliado importante de Corea del Norte, ya que Vladimir Putin está pensando en realizar un gasoducto que atraviese el país para surtir a Corea del Sur.
6 ¿Cuáles son los posibles escenarios?
1) Un pequeño acuerdo. Después de décadas, es difícil que Trump y Kim logren un gran acuerdo nuclear. Sin embargo, no querrán salir con las manos vacías. Analistas consideran que el escenario más probable es que este sea sólo el inicio de pláticas.
2) Una gran sorpresa. Corea del Norte ha dicho en repetidas ocasiones que no cederá de manera inmediata a cancelar su programa nuclear. Sin embargo, existe la posibilidad de que ambos líderes pacten un acuerdo grande que podría involucrar la desnuclearización progresiva a cambio de que Estados Unidos le ponga fin a varias de las sanciones impuestas al país.
3) Ningún acuerdo. Una posibilidad, aunque para analistas, es difícil que ocurra, es que los líderes no logren alcanzar un acuerdo durante la reunión y que en poco tiempo comiencen de nuevo las amenazas. Al hablar de la reunión con Corea del Norte, Trump se ha caracterizado por una frase: "ya veremos".
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