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Y YO QUE PENSABA QUE ERA EL úLTIMO EN LLEGAR / xXI

(Primera parte)

"Correr para vivir. la recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en los resultados. corre sólo por el placer de vivir la velocidad, para sentirse libre". Larissa Partida

Y una vez más, el Hacedor del Universo me bendice cruzando de un año a otro, es emocionante pensar que tan sólo tiene que transcurrir una fracción de segundo para pasar de un año a otro, ya sea esto de vida, o bien, de los que los vivimos cada último de diciembre y en un lapso brevísimo decir que ya estamos en un nuevo milenio, como los que tuvimos la satisfacción de brincar de un milenio a otro hace poco más de 18 años.

Decimos que pasan imperceptibles, pero seguro estoy de que no es así, basta que nos observemos detenidamente ante un espejo y ver los cambios que se han dibujado en nuestra faz; basta observar aquellas blondas cabelleras que no tan solo, si nos va bien, se perdió su abundancia y en otros casos a una pérdida total, o bien, pasando de un negro azabache, transformarse en un gris de apariencia "casi muerta" a un color plateado, que sin embargo los tintes pueden llevar a los colores que se deseen, pero que les falta el brillo que lucían cuando se era joven.

O bien, pasamos a la calvicie parcial o total y que en muchos casos puede ser motivo de "baja estima" y que cubrimos, ya bien sea con cachuchas o modernos sombreros que para unos parecieran vernos ridículos y para otros mejorar nuestra presencia física. El tiempo, nos lo dice Juan Gabriel, es nuestro peor enemigo y el que nunca perdona, ya depende de cada uno de nosotros y de nuestra madurez emocional e intelectual que le demos poca importancia a esos cambios físicos y que analicemos lo que el transcurrir de los años nos ha dejado en cada uno en la forma que hemos hecho uso de esas varios decenios que nos ha tocado vivir.

Solamente los que se nos adelantaron en el camino y que lo hicieron jóvenes, de una forma más que prematura sus recuerdos no envejecen, ya que sus cuerpos, sus rostros, los recordamos como "la última vez que los vimos".

"Invierte al menos una parte del tiempo de tu entrenamiento y el resto del día en concentrarte en lo que estás haciendo para tu preparación, así como visualizar tu éxito".

El solo hecho de pasar de los 73 a los 74 años, me invadió de una gran alegría, recordando aquella plegaria que había surgido cuando recién entraba a los 60 años: "Permíteme, ¡Oh Señor!, aprovechar al máximo cada instante del retos de mis días" y que fue el momento en solicitar mi retiro laboral por "cesantía" e increíblemente ya habían transcurrido 14 años, y a mi parecer, disfrutando cada uno de ellos, sobre todo, llevando a cabo las múltiples actividades que disfruto desde el momento mismo en que pongo mi pie en el suelo, y sobre todo, agregar a "proyecto de vida", además de empezar a caminar y trotar, nunca correr, participar en cuanta carrera pedestre me fuera posible y haber tenido la satisfacción de participar en cuatro maratones Lala, aunque no dejo de reconocer que perdemos mucho tiempo de nuestra vida de una manera más que inútil, estúpida y sin provecho alguno.

 Y YO QUE PENSABA QUE ERA EL úLTIMO EN LLEGAR / XXI Por: Dr. Leonel

Rodríguez R.

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