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Crónica Lerdense

El camino real en su paso por la Nueva Vizcaya

Ruta del camino real Tierra Adentro de México a Santa Fe.

Ruta del camino real Tierra Adentro de México a Santa Fe.

JOSÉ JESÚS VARGAS GARZA

A partir de la segunda mitad del Siglo XVI se inicia de manera definitiva la conquista de los Estados Septentrión Novohispano, donde se empieza a esbozarse el Camino Real Tierra Adentro o Camino de la Plata, el que corresponde al Norte de México, entrando por el territorio que se conocía como La Nueva Vizcaya por el lindero oriental de la Sierra Madre Occidental, desde la ciudad de Zacatecas, terminando en Santa Fe, Nuevo México, alcanzando una longitud máxima de 2,900 kilómetros lineales. En la Nueva España, se conocía con el nombre de "Frontera" al vasto territorio sobre el que no se tenía un control absoluto y que formaba parte de la región llamada el Septentrión. Esta zona estaba integrada por las provincias internas: Nueva Vizcaya, Nuevo México, Nuevo León, las Californias, Sinaloa, Sonora, Nuevo Santander, Coahuila y Texas. Dichos territorios, eran la región periférica, y, a la vez, un espacio en proceso de crecimiento y expansión. Respecto a nuestro país ocupó el área actual de los estados mexicanos de Durango, Chihuahua, Sinaloa, parte del estado de Coahuila.

A mitad del siglo XVI expedicionarios españoles en el año de 1554 recorrieron intensamente los vastos territorios del Norte, destacando en esta aventura el capitán Francisco de Ibarra, que en estos hechos realizaron excursiones y descubrieron pueblos de minas. En tal sentido se abrió un camino nuevo siguiendo la sierra para comunicar la costa con el altiplano, continuado con la fundación de la Villa de Durango. Poco después Francisco de Ibarra encomendó a Rodrigo del Río de Losa en el año de 1567, para que se dirigiera al norte de Indé, y más adelante fundó Santa Bárbara, poblado que con el tiempo paso uno de los más importantes de la Nueva Vizcaya. Y es como se fueron descubrimiento y conquistando las nuevas poblaciones y ciudades ricas, que se encontraban por los caminos, como; Aztatlán, Chiametla (donde fue centro de operaciones de Francisco de Ibarra). Los españoles en sus expediciones fueron a la búsqueda de los ricos minerales, de los cuales se formaron los reales de minas. Surgiendo la necesidad de los traslados de la plata de las minas descubiertas hacia el centro del país y la protección de las rutas por donde transitaban los metales preciosos, garantizando la seguridad de las carretas y pasajeros.

Asimismo, las poblaciones se convirtieron en villas, como San Juan del Río, Santiago Papasquiaro, Nombre de Dios y Durango, que se le conocía como Guadiana, siendo éstos los puntos donde partió la ruta del Camino Real de Tierra Adentro. Con el paso del tiempo se crearon varias rutas: la primera comunicación hacia el norte de la Villa de Durango, el que se conectaba con las minas de Avino (San José), continuando al pueblo de Peñón Blanco, las minas de Cuencamé (Velardeña) y Mapimí, desde donde se continuaba para Saltillo, el último asentamiento perteneciente a la Nueva Vizcaya. El segundo camino se repartía hacia el norte llegando a algunas haciendas. En la Sauceda se separaba el camino por un ramal hacia el oriente con dirección a San Juan del Río y Valle de Palmito (Rodeo), las llanuras de la Zarca, siguiendo el camino por San Julián, San José de Ramos e Indé.

En 1631, a partir del auge minero en Parral, las políticas económicas de la Nueva Vizcaya auspiciadas por las autoridades virreinales, cuya capital estaba establecida en la Ciudad de Durango, éstas se trasladan al Real de Parral. Estos movimientos políticos provocan que la ruta principal del camino tenga un cambio en el cual Zacatecas se comunicaría con la nueva Capital de la Nueva Vizcaya, entre Río Grande, San Juan del Mezquital y Cuencamé; sin la necesidad de pasar por Durango. El surgimiento de San José del Parral, provocó un levantamiento de grupos indígenas llamados tobosos, acoclameses y Cocoyomes, causando mucho daño; por lo que se fundó en 1646 el presidio de San Miguel de Cerro Gordo; ubicado al norte de la llanura de la Zarca.

Esto resultó que el ejercicio de Gobierno de los Gobernadores de la Nueva Vizcaya, fue especialmente difícil durante las casi permanente incursiones de los indígenas rebeldes en el territorio del septentrión en las diferentes jurisdicciones. Esto dio el hecho de que gran parte de los gobernadores, tanto de Sonora y Sinaloa, como de la Nueva Vizcaya, fueran nombrados y seleccionados entre los miembros del estamento de los militares de los Presidios. A ellos les confirió la Corona la defensa de los territorios limítrofes, los cuales durante gran parte del siglo XVII sufrieran ataques, que redundó en casi total despoblamiento de las Villas y Misiones, y lo que fue más grave para el desarrollo de las provincias y el abandono de los reales de minas y ganaderos.

Uno de esas jurisdicciones que ofrecían una escasa protección a los convoyes y trenes de carros que transitaban por el camino, era un espacio despoblado en una parte de Durango, entre la Zarca y pequeños ranchos orilleros al Río Nazas, ante esta situación fue necesario para darle solución al problema de la inseguridad necesario que entre Cuencamé y el presidio de San Miguel Cerro Gordo (Hoy Miguel Hidalgo); en 1685 se crearon los presidios de la Purísima Concepción de Pasaje, San Pedro del Gallo y Conchos. Uno de los pasos estratégicos para las caravanas que transitaban por estos caminos era el vado del Río Nazas entre Cuencamé y Pasaje (¿). Y hubo la necesidad para proteger ese lugar formaron en 1705, la misión de 5 Señores del Río Nazas por los padres jesuitas, con un grupo de tarahumaras, cabezas y bausirogames, procedentes de Coahuila.

En 1732 irrumpieron en la Nueva Vizcaya un grupo de apaches procedentes del norte, este fue motivo de que la línea de presidios de la provincia se trasladara a las orillas del Bravo y los presidios de Cerro Gordo y el Gallo se suprimieron en 1751, quedando como poblados vecinos. Los capitanes de los Presidios en ese entonces estaban a cargo de: Martín Alday, de origen Vasco, del de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Pasaje, Juan Bautista de Leizaola, del de San Pedro del Gallo; y Joseph de Barroterán del de Santiago de Mapimí. Como los ataques continuaron durante el siglo siguiente se fundó el poblado de San Luis del Cordero, el 12 de agosto de 1805, a instancias del comandante de las Provincias Internas del Occidente Nemesio Salcedo para proteger el tramo entre Nazas y el Gallo. Con este acontecimiento termina por originarse en su totalidad los principales puntos del Camino Real de Tierra Adentro en Durango, poco a poco fueron apareciendo en diferentes lugares aledaños a estos caminos, poblados, haciendas, presidios, misiones y rancherías.

En la Nueva Vizcaya, los exploradores, los gobernantes y oficiales fueron por lo general, pertenecientes al estamento militar, quienes, junto con los misioneros, trabajaron y cumplieron con las instrucciones y ordenes del rey y del virrey. Los colonos y los propietarios de minas y haciendas, fueron de origen peninsular y, en muchas ocasiones vinculados con el poder local y regional, en su mayoría se veían atraídos por la oferta que les hacía la Corona para poblar las tierras y explotación de recursos.

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