Cultura

Un thriller sobre dos ruedas

El escritor y periodista Jorge Zepeda Patterson presenta Muerte Contrarreloj

Novedad. El escritor y periodista mexicano Jorge Zepeda Patterson, comparte algunas apreciaciones de su más reciente novela 'Muerte Contrarreloj', publicada bajo el sello editorial de Planeta.

Novedad. El escritor y periodista mexicano Jorge Zepeda Patterson, comparte algunas apreciaciones de su más reciente novela 'Muerte Contrarreloj', publicada bajo el sello editorial de Planeta.

YOHAN URIBE JIMÉNEZ

El escritor y periodista Jorge Zepeda Patterson, Premio Planeta 2014, se confirma como un gran narrador. Ahora, regresa a las librerías con el thriller "Muerte contrarreloj", bajo el sello editorial de Planeta. "Una frenética batalla entre la traición, el triunfo o incluso la muerte", en medio de la máxima competencia del ciclismo en el mundo, en el Tour de Francia.

Alejado de los escenarios políticos mexicanos, donde ubico sus tres primeras novelas, el escritor mexicano vuelve a develar la condición humana, ahora con otros recursos estéticos, que le permitieron crear una ficción llena de matices y personajes bien definidos.

→ ¿Cómo decides alejarte de la arena política e ingresar a la deportiva, en términos literarios?

Bueno, después de la trilogía sobre ese tema, se me antojaba, por un lado una desintoxicación de la grilla política, finalmente los tres libros que había hecho anteriormente tenían que ver con el poder, historias de corrupción y demás. Y se me antojaba escribir una novela negra, puramente criminal.

Pensé en hacer una historia internacional, porque mis tres novelas anteriores fueron traducidas e hice promoción en otros países; y en cada país me preguntaban por las historias mexicanas de las infamias de mi país, entonces ya tenía ganas un poco como de escribir de otras cosas.

→ Y un nuevo escenario te lo permitía...

Me pareció que lo deportivo le agregaba un elemento lúdico a una trama de intriga asociada pues a la competencia. Sucede que el ciclismo es una actividad de enorme sacrificio que obliga a los que lo practican a niveles de estos altos rendimientos, pues hacer una vida casi heroica, de mucho esfuerzo, de casi autoflagelo.

Esto hace que todo se magnifique, las emociones, la ética, el sacrificio, la solidaridad de unos con otros, etcétera, pero también exacerba todo tipo de pasiones, entonces todos estos elementos que uno ve en una novela criminal, la ambición el poder, el celo, la lucha de egos, y demás; ingredientes que magnifican la trama.

→ El ciclismo es poco popular en México, la historia también intenta revalorarlo?

Pues mira, no la escribí con ese propósito obviamente, lo que se avance en esa dirección me encantaría, porque ya me gustaba antes, como aficionado, sobre todo el ciclismo de carretera, si está novela ayuda a que se difunda más, me habrá encantado. Yo la escribí pensando más en un público internacional.

Tan es así que ya se vendieron los derechos de está novela a diez idiomas, si provoca algo en México seré el más gratificado pero estoy pensando en tener muchos lectores en otras partes. Debo decir que leer la novela no requiere saber de ciclismo, fui deliberadamente cauto, para que la pueda disfrutar cualquier lector.

→ ¿Sin embargo no te alejas del periodismo tampoco en está, muchas horas de investigación de campo?

Tal cual. Yo quería hacer una novela que me obligara hacer un ejercicio, mucho más intenso de ficción, probarme como autor de una narrativa absolutamente literaria que no necesariamente fuera una proyección de mis vivencias personales o profesionales como si fueron las primeras tres, que abrevan mucho en mi trato con la clase política, experiencias como periodista y editor.

Al ser un tema nuevo que no tenía contacto conmigo, me llevó hacer una investigación que agradezco, larga, con muchos meses de empaparme, sumergirme, en este mundo que es un universo en si mismo. Ya en concreto lo que hice fue acreditarme como periodista de El País, para cubrir en Europa varias vueltas ciclísticas, el Tour también, y en efecto, a ellos les hacía gracias que un novelista estuviera escribiendo sobre ellos.

→ Todo un ejercicio de reportero...

Sí. Me adoptaron y entonces acabe hablando larguísimo con directores de equipo, con ciclistas, masajistas, mecánicos para que me ayudaran a entender como hacer una trama siniestra entorno a ellos mismos.

→ Da la impresión de una doble tensión, encontrar al asesino y saber quién ganará el Tour...

Exacto. Al final, al margen del ciclismo, que en última instancia es el contexto, es la escenografía que está detrás, de lo que se trata esencialmente es de una historia de amistad y traición.

Porque mis dos personajes centrales, son dos ciclistas que se han convertido en amigos, casi hermanos, y juntos hacen la mancuerna más poderosa del ciclismo, conquistan varias veces el Tour, pero en realidad los triunfos los cosecha solo uno de ellos, porque el otro es su escudero, el que lo jalonea, lo ayuda, lo lleva prácticamente hasta la meta ahorrándole energía, y sacrificándose en las estrategias, hasta que este segundo se da cuenta que hoy en día es mejor ciclista que el campeón.

Eso le introduce un germen de codicia, o de realismo, los dos están enamorados de la misma mujer (Fiona), experta en ciclismo, y ella lo convence de que se ha sacrificado en aras de un amigo que en realidad lo ha explotado.

→ ¿Que el asesino se encuentre dentro de los personajes, la hace una historia coral?

Sí, porque como buena novela de suspenso , las sospechas de quien es el criminal van cambiando de una etapa a la otra, nuestro amigo, de joven fue policía militar, y esto hace que el comisario cuando detecta que hay un asesino y por la manera en la que se han presentado, tiene que ser uno de los competidores o el equivalente, y lo convencen para ser el detective.

Él va recogiendo evidencias de que es el español, el italiano, el checo, etcétera, él y los lectores, porque con la evidencia que va recogiendo tu te convences de que es él, hasta que dos capítulos adelante sabes que no puede ser él.

Es una trama típica de la novela negra europea, del tipo Sherlock Holmes, o Agatha Christie, y no tanto la norteamericana del asesino serial donde este puede ser cualquier ciudadano y la víctima cualquier cristiano.

→ ¿Por su exigencia el ciclismo fue el escenario ideal para el trhiller?

Es pero ideal. Porque el Tour y está caravana, el pelotón es, has de cuenta el Expreso de Oriente, el tren donde Agatha Christie coloca una serie de personajes, uno de los cuales es criminal, se conocen mutuamente, no saben cual es el culpable, y tienen un número de días hasta llegar, en ese caso a Estambul; en el mío, son las 21 etapas del Tour.

La policía está convencida que si no encuentran al criminal antes de que termine la competencia luego será imposible. Este Tour de Francia me ofrece las condiciones idóneas para un suspenso de está naturaleza. También el titulo Contrarreloj, le viene perfecto, hay una cuenta regresiva para encontrar al asesino antes de cierta fecha.

→ ¿Extremos físicos y emocionales para develar la condición humana?

Sí, tal cual. Mira, no es casual que lo novelistas recurramos tanto a situaciones extremas, porque son las que expolian las pasiones humanas. Es muy fácil ser agradable, cortes, generoso, donde hay abundancia de recursos, donde uno está en control de las circunstancias. Pero en los escenarios apocalípticos, por eso digo que somos dados a llevar a los extremos, en un escenario como el desierto donde una botella de agua se convierte en un tesoro, se termina la generosidad y la diplomacia.

La lucha por la supervivencia, de cierta manera es tan riguroso el Tour, tan codiciadas las metas, 200 ciclistas para que termine en un podio de tres personas, de alguna manera asemeja a estos temas que digo, eso lo hace para el novelista muy atractivo.

→ Eres un gran lector, pero también devorador de buen cine, ¿pensaste en las imágenes al momento de escribir?

Sí, yo creo que las series de televisión, bien producidas, que ahora en los últimos años ves la calidad que el propio cine a derramado en estas series, con presupuestos de producción grandes, buenos actores buenos guionistas etcétera; nos muestran como en estos momentos muchas de las charlas de sobremesa de los sectores medios de nuestros países, tienen que ver con las series que se ven, porque es como la nueva literatura, que tienen altos niveles de sofisticación, de problematización, de plástica y demás.

Seguramente nos ha influido, en mi composición, cuando estoy redactando yo me estoy haciendo una especie de película en la cabeza que voy describiendo, ya casi es al revés, no es que uno escriba algo que es susceptible de llevarse a la pantalla, sino que más bien uno va recreando en la pantalla de tu mente, una especie de película que vas aterrizando al papel. Ahorita al decirlo, nunca lo había pensado, pero creo que describo el proceso de mis novelas.

¿Si fueras lector, te gustaría esta novela para desintoxicar tanto bombardeo electoral?

Tal cual. Me robarías las palabras de la boca porque es justamente como lo hice a lo largo de este año, con un ojo al gato y otro al garabato, porque también es cierto no he dejado de hacer columnas políticas, un poco al tanto de Sin Embargo, nuestro sitio de internet, pero me ha servido mucho para tener largos momentos de remanso, de oasis, de desintoxicación, sin duda.

Y ya pensando en Jorge lector, o en mis lectores, yo diría que aun mes de las elecciones, es un buen momento de no seguirlas obsesivamente, varias veces al día, y más bien tomar cierta distancia. Una novela como está que te permite sumergirte en un drama entretenido, intrigoso, adictivo, porque comienzas en la primera páginas y difícilmente la dejas, te permite dejar un rato de lado los memes mil veces vistos, la obsesión abrumadora de una campaña electoral que en realidad tiene ya muchos más meses que los que la ley indica.

Historia:

Cuatro incidentes en el Tour de Francia han alertado a la policía: un atropello, un violento asalto, una sospechosa intoxicación y un supuesto suicidio. En más de un siglo nada había alterado el orden de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo hasta ahora que es evidente que hay un asesino en el pelotón de corredores.

Marc Moreau, miembro clave del equipo cuatro veces campeón, es reclutado para seguir de cerca las huellas del culpable. Marc sabe que con tal de ganar una etapa del Tour, hay ciclistas dispuestos a morir en descensos suicidas a más de noventa kilómetros por hora; pero ahora también hay algunos dispuestos a matar para conseguirlo.

En una competencia que parece destinada a la desgracia y en la que todos los involucrados se convierten en víctimas y culpables, Moreau tiene frente a sí la oportunidad de su vida y, al lado de Fiona -su novia y jefe de mecánicos- y Steve Panata -su mejor amigo y cuatro veces campeón-, tendrá que decidir entre la traición, el triunfo o incluso la muerte en una frenética batalla en solitario contra el cronómetro.

Su obra

Jorge Zepeda Patterson es autor de las novelas:

⇒ Los corruptores (2013).

⇒ Milena o el fémur más bello del mundo, Premio Planeta en 2014.

⇒ Los usurpadores (2016).

⇒ Muerte Contrarreloj (2018).

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Escrito en: Jorge Zepeda Patterson

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