El día de ayer se rompió el récord de temperatura más alta en Torreón y en Gómez Palacio, con 44.8 grados Celsius según la Conagua y Protección Civil de Gómez Palacio.
Teníamos años en la región que el termómetro no se elevaba tanto. Los años próximos pasados se había contado con precipitaciones pluviales por arriba de la media, incluso lluvias atípicas de consideración en primavera, que necesariamente inciden en evitar estos días de tan intenso calor.
La última vez que se registraron estos calores fue justo siete años atrás, cuando en el 2011 en mayo también se registraron más de 44 grados; 44.4 para ser precisos. Vale la pena recordar que en ese año en febrero se vivió aquella helada negra que aniquiló a una gran parte de la flora que en ese entonces existía en la ciudad, para luego apenas tres meses después batir el récord de ese entonces, apenas .4 grados menos que lo que se vivió ayer. También vale la pena recordar que en 2011 se suscitó aquella gélida onda en febrero, que provocó que se reventaran muchas tuberías, luego el calorón de mayo para dar paso a la peor sequía de lo que se tiene registro en el hemisferio norte. Hay que esperar que estos días de clima sofocante no sea también presagio de que se venga encima otra época de seca.
Cuando se tienen jornadas con estas condiciones extremas, deja de ser un asunto de incomodidad por temperatura elevada para convertirse en una circunstancia de salud pública. Cuando el termómetro rebasa los 37 grados y en ascenso, acarrea necesariamente un riesgo para aquellos que por necesidad o simple tránsito se exponen al rayo del sol o en su caso a la propia intemperie, puesto que estas condiciones pueden generar el llamado golpe de calor, que en caso de presentarse, si no es atendido como se debe puede incluso provocar hasta la muerte en quien padeciese.
En medio de estas circunstancias tan extremas, la vida de la Comarca Lagunera necesita particularmente se abastecida por agua por razones obvias, y aquí es donde radica el problema.
En el caso de Torreón, la ciudad de La Laguna que por ser la más poblada demanda por ello más volumen de agua, el problema alcanza una dimensión mayor por naturaleza porque existen sectores de la población que sencillamente no cuentan con suministro del vital líquido que es más necesario que nunca por el clima caluroso extremo, así de simple.
El SIMAS dependiente del municipio, es la institución responsable de ello, simplemente se está viendo rebasada ante el requerimiento de la población. Ciertamente este problema se presenta año con año en los días más calientes, pero ahora que se alcanzaron récords de temperaturas máximas, en igual forma se acrecenta el problema.
El Simas tiene ahora la capacidad de extraer del subsuelo los 3.2 metros cúbicos por segundo cubriendo la demanda, pero es claramente incapaz de distribuirlos con mediana eficiencia puesto que es ya conocido el estado deplorable en que se encuentra las tuberías del sistema.
Las cosas empeoran porque para mala fortuna se están viviendo tiempos electorales y cualquier asunto puede tener un cariz político. En este caso, el alcalde Jorge Zermeño se encuentra en campaña parar intentar reelegirse y quizá por ello cuando aparece este problema grave de escasez agua, cuando es ventilado en la prensa, el edil piensa que sus oponentes aprovechan para golpearlo a través de los medios.
Más allá de que ciertamente en los medios de comunicación son actores de alguna u otra forma en la lucha política, es importante señalar que la falta de agua en varios sectores de la ciudad por la subida de la demanda de la misma por el calor histórico que estamos viviendo, se debe resolver de fondo, lo cual sólo se logrará con fuertes inversiones de reposición de tuberías añejas y deficientes para impedir fugas de hasta el 50% de agua en algunas zonas de la ciudad.
Es claro que el municipio no puede costear ese proyecto, así que esperemos que junto al gobierno del Estado y de la Federación, de una vez nuestras autoridades aborden de lleno este problema de las redes de agua, a las que hay que añadirles el drenaje, que por el calor curiosamente por estos días está dando tregua pero que está por colapsar: imaginemos el caos sanitario si llegase a suceder.
Que pasen pronto pues las elecciones, y esperemos que Miguel Riquelme y Jorge Zermeño ( en caso de que se reelija ) se pongan a trabajar sobre este problema que no tiene solución más que la inversión de a de veras.
