SOBRE LA SABIDURÍA
"Tlalticpac Toquichtin Tiez" (La tierra será como los hombres sean). Proverbio Náhuatl.
El recuerdo de un buen amigo, John, quien falleció hace aproximadamente un año, me permitió reflexionar sobre ciertas cualidades humanas que no son comunes en la mayoría de la población. John fue un psiquiatra muy dedicado a sus pacientes y poseía una capacidad intelectual y de conocimiento no solamente en el campo de salud mental, sino también en áreas como la historia, filosofía, literatura, religión, política y el campo de las ciencias en general. Capacidades y habilidades que en mi opinión eran extraordinarias. A John, quien tenía 75 años antes de fallecer, lo consideré no sólo uno de mis mentores en mi carrera profesional, sino también a nivel personal, ya que aprendí de él no solamente sobre la función de la mente, sino también sobre la vida en general.
John era un hombre muy respetado por sus colegas y pacientes, y al menos conmigo, siempre estaba disponible para facilitar consejo de cualquier tipo. Debido a sus cualidades y conocimientos, él era una persona muy interesante y fuera de lo común, y en mi opinión, cubría los requisitos de una persona de cierta sabiduría. Como todo ser humano, John también tenía sus deficiencias o defectos, lo cual hizo preguntarme: ¿Que es la sabiduría? ¿Cuáles son las características de una persona sabia? ¿Cuál puede ser el impacto de gente sabia en una comunidad? El diccionario de la Real Academia Española define la palabra sabiduría como conducta prudente en la vida y conocimiento alto y profundo en ciencias, letras o artes. Sin embargo, no estuve satisfecho con esta definición y decidí hacer mi propia investigación bibliográfica.
Durante mi exploración, me encontré con un artículo de Stephen S. Hall, periodista del New York Times en el área de ciencias, profesor de New York University, y un estudioso sobre el tema de la sabiduría. En uno de sus artículos sobre la sabiduría en el periódico New York Times (mayo 2007), el Sr. Hall menciona que la sabiduría no solamente es muy difícil de definir, sino también de investigar, debido a lo complicado que es estudiarla empíricamente, sin embargo, podemos reconocer a una persona quien hace un comentario o acto que proyecta sabiduría. Tradicionalmente, la sabiduría ha sido estudiada por la filosofía y la religión, pero últimamente, está siendo investigada por psicólogos, neurocientíficos y otros investigadores en las ciencias sociales.
La sabiduría tiene que ver con la adquisición de conocimientos, experiencias, perspicacia, mente abierta, capacidades de moralidad, buen juicio, introspección y reflexión, resiliencia, humildad y madurez emocional que con el tiempo cultivaron la sabiduría. Normalmente, la sabiduría es asociada con edad madura, creatividad e inteligencia, pero no todas las personas en la tercera edad, ni aquellos considerados brillantes (intelectualmente hablando), necesariamente poseen las cualidades de una persona sabia. Una manera de identificar a estas personas es a través de sus interacciones con familiares, amistades, sus alumnos, pacientes, clientes, en el contenido y forma de escribir, optimismo y el control de emociones o calma sobre los problemas de la vida. De acuerdo al Sr. Hall, la edad, la cual está asociada con experiencia, es un factor importante, pero no determinante. La edad promedio donde esta sabiduría se manifiesta es alrededor de los 60 años, y perdura hasta cuando la capacidad cognitiva empieza a declinar.
El concepto de sabiduría depende mucho de la cultura que la promueve. Por ejemplo, en estudios con población de Estados Unidos y Australia, se concluyó que tener sabiduría se relaciona principalmente con conocimientos y experiencia, mientras que en India y Japón la sabiduría estaba asociada con la edad, experiencia y ser discreto en general. No pude localizar análisis o estudios hechos en México, pero me atrevo a conjeturar que la edad, conocimientos, moralidad y experiencias son importantes en determinar la sabiduría de una persona.
La sabiduría generalmente empieza en la etapa adulta temprana cuando la curiosidad se despierta de manera mas profunda, especialmente cuando se viven experiencias complejas y como resultado se desarrollan las capacidades de resiliencia, control emocional, y de análisis y solución de problemas. A medida que uno adquiere conocimientos, experiencia y madura emocionalmente, la sabiduría se va consolidando. La sabiduría es una virtud exclusivamente humana que se deriva de nuestra relación con los eventos sucedidos en nuestras vidas, del modo en como cuestionamos ciertas creencias, y cómo enfrentamos nuestras circunstancias duras y complejas.
Volviendo al proverbio Náhuatl, el mundo, un país, una comunidad, será como sea la gente que la gobierne o dirija. Un país necesita un liderazgo con un nivel aceptable de sabiduría. Una persona que no solamente tenga conocimientos y experiencia política, sino que también sea prudente, sensata y emocionalmente estable. México ha pasado por mucha adversidad y merece un gobierno con características genuinas de sabiduría. Gracias por leer este artículo.
Por: Mtro. Francisco Pineda
