Un golpe más a la justicia
Un caso más de impunidad. Primero Javier Duarte y ahora Rosario Robles Berlanga. Parece que eso de la amnistía va en serio, pero no por parte de Andrés Manuel López Obrador, el candidato puntero en las elecciones de 2018, sino de otros órganos institucionales que deberían velar por la justicia. ¿Quién de los malos servidores públicos seguirá en esta lista de impunidad?
¿Con qué autoridad moral podrá el candidato Meade, ex Secretario de Hacienda y responsable de la Sedesol en la administración de Peña Nieto, decir que luchará contra la corrupción?; ¿No será que se ha dado carpetazo al caso Robles Berlanga porque está involucrado en alguna medida el propio Meade?, ¿Acaso en la Estafa Maestra? ¿o fue en la Sedesol? No afirmo. Sólo pregunto. ¿No puedo preguntar? Y es que no me parece lógico que, ahora, precisamente cuando el PRI-gobierno necesita reforzar la imagen honesta de su candidato presidencial, demostrando que su lucha contra la corrupción y la impunidad va en serio, sale con esta pifia. Como se dice popularmente ya les valió un cacahuate conservar lo poco que les quedaba de vergüenza. ¡Ya se descararon! ¿Qué podemos esperar de la legalidad en las próximas elecciones?
Creo que como dice el spot del gobierno acerca de nuestra manera de ver las cosas, sí tiene razón, todo lo vemos al revés. No entendemos las poderosas razones que tienen para perdonar a los funcionarios públicos que traman y ejecutan delitos de gran calado en perjuicio del erario público y en beneficio del partido oficial. ¿O de quién más? Y obviamente, cuando me refiero al erario público, me refiero a los impuestos del pueblo mexicano, que en lugar de ser aplicados al bienestar común fueron desviados con perversos fines partidistas… y también personales (pues cada participante tuvo su “moche”. ¿Cómo entender el perdón a quien ya había manchado su historial como Jefa de gobierno en la CDMX, con un soborno del empresario Carlos Ahumada?
Si el PRI-gobierno quería limpiar de toda culpa a Meade, y que no se le relacionara con los desvíos millonarios en la Estafa Maestra y en Sedesol, mejor hubieran seguido haciendo lo mismo; o sea, nada.
“La Secretaría de la Función Pública cerró la investigación de 69 quejas interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) contra la secretaría de desarrollo Social por desvíos a irregularidades cometidas entre 2013 y 2014, período en que Rosario Robles era titular de la dependencia”
“De acuerdo con el diario Reforma, el Órgano Interno de Control (OIC) de la Sedesol desechó las carpetas entre las que se encuentran las relacionadas con el caso de la Estafa Maestra, sin ser turnadas siquiera al Área de Responsabilidades…” (Animal Político).
¿Cómo creer en Meade, cuando el “sospechosismo” ha sido generado por las propias instituciones de gobierno?
Cierto, parece un tipo bonachón y sencillo, además de un “cerebrito” en materia de economía, pero también parece de los que no se quieren meter en líos; porque si alguien se enteró primero de la Estafa Maestra, en la que se trianguló dinero a través de universidades y empresas fantasma, fue él. Aquí hay dos opciones: o se hizo de la vista gorda, o de verdad no se dio cuenta, si fue el primer caso, entonces tenemos un cómplice de corrupción, culpable por omisión; y si fue el segundo caso, entonces José Antonio Meade, candidato presidencial, no es tan eficaz en sus deberes como funcionario público, y tendríamos un presidente de élite, dizque conocedor de México y del mundo, muy inteligente, e intelectualmente rico en capacidades y habilidades; pero fácilmente manipulable; un presidente de parapeto, una marioneta de los multimillonarios empresarios mexicanos y extranjeros que lo único que quieren es seguir explotando a México.
Lo preocupante en todo esto es no es el perdón en sí, sino hacer público lo que ya se daba por hecho. Es como si el gobierno nos dijera a través de Sedesol, “Hago lo que quiero y haré que gane Meade cueste lo que cueste”, o como dijo un priista en Morelia: “Vamos a hacer... para ganar… desde pegar un botón hasta matar a un ca…”
Héctor García Pérez
Comarca Lagunera
