“Espero tener conversaciones con nuestra contraparte estadounidense sobre qué es lo que exactamente tienen en mente”, declaró el primer ministro en una entrevista televisada por la CBC. (ARCHIVO)
La lógica que llevaría a imponer tarifas a la industria automotriz canadiense “es muy débil” y es difícil encontrar una conexión entre las importaciones automotrices y la seguridad nacional, afirmó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Al referirse al anuncio de Donald Trump de ordenar una investigación respecto a la amenaza a la seguridad del país que pudieran representar las importaciones de autos y autopartes, el gobernante canadiense adelantó que hablará con su contraparte estadunidense al respecto.
“Espero tener conversaciones con nuestra contraparte estadounidense sobre qué es lo que exactamente tienen en mente”, declaró el primer ministro en una entrevista televisada por la CBC.
Trudeau admitió que el reciente anuncio de la administración Trump está muy ligado a las negociaciones entre México, Canadá y Estados Unidos para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que enfrenta la presión de calendarios electorales.
En tanto, la cancillería canadiense calificó como “inconcebible” que el país pueda ser considerado una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, Adam Austen, declaró a medios locales que es “inconcebible” la posibilidad de que el país represente una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, su socio en el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD).
“Canadá y Estados Unidos tienen la más grande alianza en seguridad y económica que ningún otro país en el mundo”, agregó Austen.
Analistas consideran que la verdadera razón de la investigación ordenada por el presidente de Estados Unidos podría ser repetir la fórmula que siguió con las importaciones de aluminio y acero, a las que se impuso aranceles tras una investigación.
Desde que se dio a conocer el anuncio de Trump de ordenar una investigación con miras a una posible imposición de tarifas a las importaciones automotrices, la canciller Chrystia Freeland, jefa de la negociación para el TLCAN, estableció que la prioridad en la mesa de renegociación es “el interés canadiense”.
Por su parte, el sindicato más grande de Canadá, Unifor, que representa a más de 40 mil trabajadores del sector automotriz, emitió un comunicado este jueves en el que afirma que la decisión de la administración Trump de investigar las importaciones automotrices es “imprudente y poco reflexiva”.
El líder de Unifor, Jerry Dias, quien ha participado en todo el proceso de negociación del TLCAN, aseguró que Canadá es un socio comercial “confiable” para Estados Unidos y que no representa una amenaza para su seguridad nacional.
“Lo que no está claro es la motivación o el objetivo real de las tarifas potenciales. ¿Es esta una táctica de negociación del TLCAN o Trump simplemente está utilizando la Sección 232 como herramienta política para conseguir uno de sus llamados "triunfos" en ausencia de un nuevo TLCAN antes de las elecciones de medio término?”, cuestionó Dias.
El líder sindical reconoció que hay problemas serios, incluidos los aranceles, que deben abordarse para “reequilibrar” el comercio automotor de América del Norte en el mercado internacional.
Sin embargo, Dias rechazó el “enfoque selectivo” de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de Estados Unidos, por considerar que puede causar “caos” en el sector e “infligir graves daños colaterales a los trabajadores automotrices canadienses y estadunidenses”.
