Para salirse de lo ordinario

La armadora Ford entiende la velocidad del cambio. La empresa ha estado cambiando de dirección según se requiera históricamente, afrontando con dinamismo eventos torales como La Prohibición, la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y su correspondiente posguerra, la crisis de los combustibles de los setenta, el Y2K, entre otros giros de volante globales que marcaron pauta.

Un ejemplo de esta propuesta se halla en nuestro mercado con la Ecosport, en particular con la edición que tuvimos en prueba de manejo, la Titanium. Lejos quedaron los tiempos en que un viaje implicaba abordar un buque del asfalto como Gran Torino, ante no sólo el brutal impacto en el presupuesto personal de los precios del combustible, sino también el estado de la infraestructura vial. Una opción con la altura al piso de esta SUV permite al usuario relajarse un poco ante la abundancia de baches, mientras que su economía de consumo de hasta 22 kilómetros por litro permite liberar recursos para disfrutar el viaje.

El principal responsable de este indicador es el motor 2.0 litros GDI de 164 caballos y 146 libras pie de torque. En la versión Titanium la operación de sus seis velocidades está disponible vía paletas al lado del volante, funcionalidad que dejó de ser sólo para Turismos de alto desempeño y que brinda una experiencia más entusiasta en ruta.

La versión Titanium ofrece también faros de halógeno, asistente en pendientes ascendentes, limpiaparabrisas automáticos con sensor de lluvia, conectividad SYNC con CarPlay y Android Auto, accesible desde su pantalla central táctil de ocho pulgadas. La travesía se vuelve más disfrutable con amenidades como quemacocos eléctrico, faros de niebla y controles en el volante.

Un par de detalles atractivos para el turista con miras a disfrutar las ciudades coloniales de nuestro país es, en primer lugar, la cámara de reversa con alertas, que permite aprovechar espacios más estrechos para estacionarse, lo que aunado a sus dimensiones compactas hace más apetecible llegar a donde otros tendrían que optar por abstenerse y seguir de largo. El segundo detalle es la amable absorción de irregularidades de la suspensión, por lo que los empedrados de Guanajuato o Querétaro no serán problema.

La unidad de prueba que tuvimos oportunidad de manejar, en color Azul Relámpago, llama la atención por su línea exterior, atractiva sin ser estridente, al grado que algunos entusiastas ya nos estaban pidiendo información para lanzarse de inmediato a ver opciones en piso de venta.

Ayudan a realzar el atractivo los faros de niebla y los rieles de techo en color aluminio. Esta característica, así como la parrilla cromada están disponibles actualmente sólo en la versión Titanium, igualmente las llantas montadas en rines de 17 pulgadas, los faros de conducción diurna Led, y el sistema de autoencendido de las luces son sello de esta versión.

Las capacidades dinámicas de este práctico utilitario tienen como protagonista la agilidad en su dirección, así como la rápida y lineal respuesta del 2.0 litros. No es ninguna burrita: se mueve con ánimo entre el tráfico y los rebases en carretera los realiza sin demoras. Es un alivio para el conductor la respuesta directa y lineal del motor al acelerar.

Como conjunto, la oferta de dinamismo, equipamiento que ofrece Ecosport la hacen una opción atractiva para el conductor joven o veterano que busca un vehículo práctico para pasar menos horas en el ámbito de lo virtual y los likes, para disfrutar más en el mundo real, con los retos que esto conlleva.