Espero que al momento de leer esta columna tenga usted una sonrisa orgullosa de campeón, en lo personal y sea cual sea el resultado estoy feliz y agradecido por el esfuerzo mostrado en la cancha por los Guerreros, hay muchas frases que se dicen en el vestidor, de entre ellas hay algunas que me gustan sobre manera, una es "con el cuchillo entre los dientes" representa el enfrentar el compromiso con entrega total, otra es "cabeza fría y corazón caliente" pasión y concentración combinadas ¡vamos cabrones! Una reafirmación de la estirpe y temperamento guerrero, las tres fueron aplicadas el pasado jueves y con su demostración los guerreros tanto de la cancha como los que apoyaban listos para suplir y ayudar a la causa, desde su trinchera los queridos Ray, Juanito y Jaret haciendo todo por su muchachos, el final no pudo ser más espectacular comunión plena muy necesaria y añorada entre equipo y afición con un inolvidable espectáculo de luces y la voz al unísono de los 29 mil espectadores entonando el himno lagunero, hoy que escribo esta columna espero con seguridad el regreso a casa de los campeones, sea cual sea el resultado están en el corazón de los laguneros y de quienes fuera de esta Comarca los apoyan y aplauden su espíritu guerrero.
Y el martes 15 día del Santo patrono de nuestra amada Comarca Lagunera en las instalaciones del Club San Isidro y gracias a la iniciativa de Basilio Amezcua a quien acertadamente le fue entregado un reconocimiento por su apoyo al futbol y a los veteranos de los equipos laguneros y el apoyo en la coordinación del evento de Chuy Aranzábal se llevó a cabo un homenaje que quedo grabado para la historia por una placa donada en homenaje por el Club Santos Laguna a ex jugadores de los queridos equipos Laguna, Torreón y Santos Laguna con motivo de los 50 años del ascenso a primera división por mi querida Ola Verde del Laguna, misma hazaña que repetirían al año siguiente los Diablos Blancos del Torreón, los dos equipos hermanados, fundidos en un abrazo y con toda la carga de cariño emoción y nostalgia que usted pueda imaginar, para mí fue un día inolvidable pisar de nuevo la cancha del viejo San Isidro hizo que me remontara a mi infancia, ver mis admirados jugadores de los dos equipos se admira y aprecia la vitalidad de Don Enrique Yassín y de algunos gloriosos veteranos que hicieron el viaje exprofeso como Jesús "El Negro" Ramírez y "La Coyota" Fernández, estar con mi padrino Antonio Pazos y mi querido Raúl "Acapulco" Herrera que de una gran amistad pasamos a ser familia, la tristeza por la partida de mi Capitán Ramón "Mon" Romero, por los Diablos Blancos la presencia del Capitán Francisco Javier Lima, estar con mi querido viejo Don Ricardo Luna y en una mesa de amigos unidos por los dos colores con mis guerreros y la adición del Lic. Gustavo de Villa, saludar a Ramón Morato que de jefe de la porra pasó a ser directivo de Jaguares de Chiapas, el recuerdo de los ausentes salpicados de sabrosas anécdotas. Confieso que a más de uno se le escapo una que otra lágrima y un detalle memorable y hermoso, fueron llamados los jugadores del Laguna para la fotografía del recuerdo a los que se agregaron espontáneamente y siendo bien recibidos los jugadores del Torreón y Santos Laguna. Leo el hijo de Elías "La Chuleta" Aguilar bromeaba diciendo "antes se daban con todo y ahora hasta abrazados" y así fue abrazados hermanados en el recuerdo de una hermosa juventud y hoy gloriosa, digna y noble vejez.
Confieso que a mi salida del festejo me ganó la nostalgia y el recuerdo de mi padre, fui al centro de la cancha volteé al lugar habitual que ocupaba con mi familia y llame con todo mi amor a mi padre, estoy seguro que me escucho por eso solo puedo decir ¡Gracias a la Vida!
