Rinde al máximo

La piel es el órgano humano más visible y uno de los más importantes. Esta capa viva no solamente protege, sino que también es la que se encarga de comunicar sensaciones, expresiones y es la portada que, aunque nunca definirá el libro, permite demostrar el cuidado que tienes hacia tu persona.

Dentro de todas las actividades que se realizan cotidianamente está involucrada la piel. Cuidarla, por tanto, es más que un acto de salud una acción de responsabilidad de cada persona con su cuerpo.

Tipos de lesiones

Son las manifestaciones cutáneas objetivas, simples, que se ven o palpan. Por medio de su estudio localización, evolución, asociaciones de distintos tipos, es posible hacer el diagnóstico de las dermatosis.

Pueden ser clasificadas en lesiones elementales primarias y lesiones elementales secundarias.

1-Las lesiones elementales

Se dividen en mácula y pápula, la primera de ellas refiere a un cambio de coloración en la piel sin elevación ni depresión de su superficie. Adopta formas diversas; redonda, aval, alargada, irregular y figurada. Sus límites pueden o no ser precisos y con mucha frecuencia se combinan estas características. Por su origen, la mácula es vascular, cuando se debe a alteraciones de los vasos, y pigmentarias, cuando dependen de las alteraciones de pigmentos.

En el caso de la pápula, se trata de una elevación circunscrita de la piel, que puede medir hasta un centímetro de diámetro, debido a un aumento del componente celular o estroma de la dermis o la epidermis. La mayor parte de la lesión está por encima del plano de la piel circundante y no en la profundidad de esta. Son sólidas y resolutivas.

2. Las lesiones elementales secundarias

Se producen por una agresión externa sobre la piel o como consecuencia o modificación de una lesión primaria. Se pueden subdividir en escamas; masas laminadas, secas o grasosas de la epidermis, su tamaño es variable. Algunas son finas, delgadas, parecidas al salvado, como en la pitiriasis versicolor; otras son más gruesas como el eczema e ictiosis, o estratificadas, como en la psorliasis. Por lo general en las exfoliaciones son delgadas, secas en forma de hojuelas, quebradizas y brillantes, pero a veces grasosas y mates por el cebo y el sudor, su color varía desde el blanco grisáceo amarillento o pardo, en ocasiones tiene un reflejo plateado por la penetración del aire entre las células.

Otro subtipo son las lesiones generalmente producidas por rascado o rozadura, en las que hay pérdida superficial de sustancia. Por su forma son redondeadas, e irregulares.

Las fisuras son desgarros lineales, que se presentan en los sitios donde la piel ha perdido su elasticidad natural a causa de inflamación. Se desarrollan con frecuencia alrededor de los orificios naturales. Resultan muy dolorosas, habitualmente húmedas, hasta purulentas.

Que nada te detenga

Particularmente en la práctica del deporte, la piel toma un papel muy importante y no solo nivelando la temperatura del organismo. Las quemaduras son una de las lesiones más habituales en aquellas personas que practican algún ejercicio

De igual forma, las acciones mecánicas también pueden provocar lesiones cutáneas que terminarán por afectar el desempeño del deportista.

Para proteger tu piel, la primera recomendación de acuerdo al sitio de salud de la aseguradora Mafre, es utilizar crema o protector solar.

Es necesario procurar tener el equipo adecuado en la practica de la mayoría de las disciplinas, sin embargo, la propia actividad puede causar roces que desencadenen callosidades. Estas lesiones más allá de ser una protección a ampollas, podrían estar afectando la piel en gran medida.

Es aconsejable practicar un examen diario de la piel, en prominencias óseas, zonas expuestas a humedad y en sitios donde haya un deterioro del estado general de la piel como sequedad, excoriaciones, fragilidad, eritema, induración o maceración, para asegurar cualquier principio de aparición de cualquier enfermedad que pueda afectar en gran parte a nuestra piel y posteriormente a partes extremas de nuestro cuerpo.