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La Laguna en la elección presidencial

Periférico

ARTURO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

Aunque los compromisos y las responsabilidades de un presidente de la República abarcan al estado nacional entero, cada entidad federativa o región del país tiene necesidades y problemas que un Gobierno federal puede ayudar a satisfacer y resolver. Cada entidad o región, en consecuencia, debe construir una base de propuestas respaldadas en un diagnóstico para que quien asuma la máxima magistratura del estado mexicano las tome en cuenta a la hora de elaborar sus estrategias y planes de desarrollo y obras. Pero para que esto ocurra, no sólo es necesario armar esa base, sino también construir puentes con quienes aspiran a la presidencia. La labor de gestión en este punto es muy importante y en muchos casos, aunque las propuestas puedan surgir de algunos sectores de la sociedad, quienes terminan por administrarlas de cara al Gobierno federal son los gobiernos estatales y, en menor medida, los municipales, sobre la base de sus intereses políticos. En el caso de La Laguna, esta forma de gestión es un problema, ya que se trata de una región dividida en dos entidades federativas que, como hemos visto, enfrentan una incapacidad perenne para coordinarse o ponerse de acuerdo hasta en lo más elemental. Es por eso que resulta valioso que organismos de la sociedad civil e Iniciativa Privada busquen sus propios resortes con los candidatos en medio de un proceso electoral.

Hace seis años cuestionábamos en este mismo espacio cómo se iba a dar la relación entre el entonces presidente electo, Enrique Peña Nieto, y La Laguna, para trabajar en las soluciones a problemas que la Comarca enfrentaba. El panorama era bastante oscuro para la región: la peor crisis de seguridad pública en su historia reciente; una larga sequía de inversiones; un deterioro generalizado del espacio urbano y la calidad de servicios, como el agua potable; un creciente malestar debido a la corrupción, y una evidente fuga de talentos. El principal reclamo, la seguridad, obligó al gobierno de la República a asumir el control de la estrategia contra el crimen a través del Mando Especial de La Laguna, encabezado por un militar. A la vuelta de los años, la estrategia parece haber funcionado sólo en la contención de los hechos delictivos, pero no en la pacificación de la región, puesto que la presencia del crimen organizado es latente en sectores de la Comarca y las tasas de delitos no han regresado a niveles anteriores a los de la ola delincuencia que tuvo su pico entre 2011 y 2013.

En materia de atracción de inversiones, los esfuerzos corrieron más por parte de los gobiernos estatales. Poco a poco, nuevas empresas comenzaron a llegar a la región, primero del lado de Coahuila, luego de Durango. No obstante, la mayoría de las nuevas inversiones son para puestos laborales de sueldo bajo y aún no queda claro si hay de fondo una reordenación de la vocación económica de la región, sobre todo por las limitaciones que impone la sobreexplotación de recursos naturales a actividades como la producción de lácteos y carne. Vinculada a la disponibilidad de recursos, el Gobierno federal continuó con la estrategia de instalación de filtros en norias para eliminar el arsénico en el agua de consumo humano, un proyecto que no resuelve de fondo el problema del hidroarsenicismo y del abatimiento de los mantos freáticos, sino que sólo ayuda paliar la situación.

En este contexto integrantes de la Iniciativa Privada, sociedad civil y ayuntamientos hicieron algunas propuestas que luego fueron recogidas por los gobiernos de los estados para presentarlas al presidente de la República. Algunas de ellas son: el sistema de transporte metropolitano o Metrobús, un nuevo parque industrial, el segundo periférico libre, la terminación de la carretera San Pedro-Cuatrociénegas, y la construcción de un centro de convenciones. A seis meses de que concluya el gobierno de Enrique Peña Nieto, ninguno de los proyectos mencionados ha sido concretado. El Metrobús avanza en su construcción con muchos problemas del lado de Coahuila mientras que del lado de Durango ni siquiera han comenzado las obras. El segundo periférico está inconcluso, tiene fallas en su trazo y los trabajos del puente sobre el lecho seco del río Nazas están parados desde hace meses. Los proyectos del parque industrial y el centro de convenciones -este muy polémico, dada la ubicación inusual del terreno-, caminan a paso muy lento, al igual que la conclusión de la carretera a Cuatrociénegas, misma que mejorará la conectividad de la región con la frontera.

En medio de este cúmulo de compromisos presidenciales pendientes y acciones que requieren fortalecimiento y seguimiento, llama mucho la atención que no abunden las demandas o propuestas de grupos organizados de la sociedad lagunera hacia los candidatos con mayor posibilidad de triunfo en la elección en curso. Hasta ahora, sólo se ha dado a conocer que la asociación civil Renacer Lagunero ha presentado a los aspirantes un proyecto llamado Fénix, que consiste en una agenda básica de acciones y obras estratégicas para la región, y que se basa en la Agenda Ciudadana para el Fortalecimiento de la Cohesión Comunitaria, el Desarrollo y la Competitividad de la Comarca Lagunera, en la que participaron 250 personas y organismos. Entre las propuestas destacan dar formalidad administrativa a la región Laguna; construir un hospital público de alta especialidad; equipar los parques industriales existentes y crear otros; construir un nuevo aeropuerto internacional; hacer de los terrenos del actual aeropuerto un nuevo centro de Torreón; impulsar una estrategia metropolitana de movilidad inteligente e integradora, entre otros.

Si bien es cierto que muchos de los proyectos ahí planteados requieren ser discutidos y revisados desde un enfoque de viabilidad económica, social y técnica, es positivo que existan y que ya estén en manos de los candidatos. Al final, lo importante es que la sociedad lagunera elabore de la manera más incluyente posible sus planes y propuestas y las coloque en la agenda pública dentro del actual proceso electoral y más allá del mismo. Importante también es que la sociedad civil organizada y la Iniciativa Privada construyan puentes sólidos y transparentes (no sólo ocultas puertas giratorias) con quien vaya a encabezar al estado mexicano a partir del 1 de diciembre, con el fin de sacar adelante los compromisos pendientes, resolver los problemas añejos y construir los proyectos que le den viabilidad a la región.

Twitter: @Artgonzaga

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