Los fantasmas del dramatismo y de la angustia, se encontrarán hoy de forma paralela a partir de las 19:00 horas porque es evidente, de que la historia es única y que no hay forma de eliminarla una vez de que Santos Laguna y de todos es sabido que, cuando en la ida saca una ventaja considerable, el nerviosismo hace presa de todos sus seguidores al no querer el solucionar algo tan obvio.
Una prueba tan palpable y es casi similar a la que se vive en estos momentos, fue en el verano del 99 después de que se habían despachado precisamente a las Águilas en el viejo Corona, por un contundente 3-0 y que, hasta Eduardo Lillingston, se hizo presente para batir a quien, algún día, sería un estandarte con los Guerreros como lo es Osvaldo Sánchez, pero en el juego de vuelta en el Azteca, sólo fue un sufrimiento de los mil demonios inclusive observando una imagen de José Antonio Noriega quien, en forma desesperada, le gritaba a sus compañeros a invitarlos a atacar porque era evidente de que, Don Juan de Dios Castillo (q.e.p.d.), metió a todo el equipo atrás considerando la ventaja que llevaban.
Es natural de que, cualquier entrenador, piense en cómo defenderse una vez que siente la luz del otro lado, pero ojalá y Siboldi, haya aprendido de todo esto y que proponga el encuentro de esta tarde-noche donde, aparte de la ventaja que lleva en el marcador, tendrá otra prerrogativa como es la que tendrá con Herrera de que tiene que atacar a como dé lugar y eso, si el técnico uruguayo es más espabilado, lo puede embestir con los huecos que se podrían generar.
El técnico del América, ha dicho que necesitan una noche perfecta para avanzar a la final, pero ¿Qué significa el jugar perfecto? Primero es que su contrincante le salga de manera medrosa (esperemos que no sea así) y la otra, es que los que dictan sentencia, se enfunden la casaca amarilla como sucedió ya casi al final del partido pasado porque es más claro que el agua, que Paul Aguilar va a estar jugando de a gratis el día de hoy.
Después de la derrota en el partido de ida de los cuartos en contra de los Tigres, parecía que el torneo se terminaba porque, en esas instancias, ya se cargaba con una loza de cuatro derrotas en forma consecutiva y que, después de la victoria en contra del Querétaro, ya no se veía la forma de enmendar el camino y aunque no se jugaba tan mal, los resultados no llegaban.
Pero apareció otra vez, esa esencia que ha caracterizado a esta organización sacando el alma y el corazón como lo hicieron el domingo pasado y el jueves anterior, aunque sabemos de que a muchos, incluyendo a comentaristas en la T.V. y que fueron en un día jugadores profesionales, les duele en el alma de que este equipo, sin tanta infraestructura económica, haga historia en nuestro futbol.
