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Las palabras tienen la palabra

Un estilo de vida es el futbol

Hace algunos ayeres, mi querida ciudad de Monterrey era una plaza beisbolera. Por entonces, el "pelotabase", como alguna vez se le quiso llamar al deporte de los batazos, era tema apasionante en el ámbito deportivo local.

Actualmente, el beisbol sigue teniendo muchos adeptos y el equipo de casa, Sultanes, sigue cosechando triunfos. El apodo de los Sultanes es muy significativo porque representa a la Sultana del Norte, nombre que se le da a la ciudad, porque entre sus fundadores había un alto porcentaje de familias de origen árabe y para los árabes la máxima autoridad es el sultán.

Entonces, llegó el futbol a la ciudad y avasalló. Bueno, ya existía, pero en las últimas décadas, ha cobrado una inusitada popularidad. Póngale usted que se deba a que es un juego más dinámico, o no sé, pero ahora en Monterrey se vive la fiebre del futbol con una gran pasión y hasta puedo decirle que para muchos regios, el futbol, más que una afición, es un estilo de vida.

La palabra futbol en nuestro país se usa acentuada así, como palabra aguda, mientras que en muchas otras plazas se usa como palabra grave: fútbol. Las dos formas se consideran correctas.

En mi sultana ciudad, hay dos equipos de futbol profesional: los Rayados del Monterrey y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y entre la población existe una intensa, aunque "cordial", rivalidad que se manifiesta llenando los estadios cada semana con aficionados que en el transcurso del juego apoyan con porras, cánticos, banderas y todo lo que pueden, al equipo de sus amores.

Lo simpático del caso es que en cada partido puede verse a familias completas, incluyendo a los niños más pequeños, que acuden al estadio a vivir intensamente el desarrollo del juego, a lucir con mucho orgullo la camiseta de su equipo, a abuchear a los adversarios y a protestar ardorosamente las decisiones del árbitro cuando no les favorece.

Hay situaciones curiosas, como el caso en que el señor de la casa es "rayado" mientras que la esposa es "tigre", así que las discusiones no se limitan al ambiente del estadio, sino que persisten en la casa con el apoyo de los hijos que también pueden ser, unos tigres y otros rayados.

Hay qué ver lo que uno de estos aficionados es capaz de hacer para tener la camiseta que identifica a su equipo y si se puede también conseguir banderas, sombreros, bufandas y mil accesorios más que les identifique con su equipo.

Sé que es difícil de creer, pero incluso en las casas funerales hay ataúdes decorados con motivos de tigres o rayados, para que si un fan se despide de este mundo, sea depositado en la Madre Tierra con aquellos símbolos y colores que le dieron tanto aliento a su vida.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: [email protected]. Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA:

Lety Escobar: ¿Cómo es correcto decir: yo licuo o yo licúo?

LE RESPONDO:

Ya se aceptan ambas formas: "yo licuo" y "yo licúo". Hasta hace poco, sólo "licuo" era aceptada, pero la costumbre se impuso.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

La guerra es el fruto de la debilidad y necedad de los pueblos.

 LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA Por: Columna póstuma de Juan Recaredo

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