Prospecto. La joven soprano lagunera Paulina de la Fuente, se perfila como otra de las voces promesas de la región que dará de qué hablar en el mundo de la ópera.
Cuando le hicieron la invitación a participar de un coro, la joven Paulina, que en ese entonces tenía 13 años, no se quedó callada. Dos años después, su maestro, Ángel Rodríguez, le sugirió que empezara a considerar con seriedad hacer del canto su modo de vida. De nueva cuenta, no guardó silencio.
Gracias a esa decisión, y al trabajo sistemático de los últimos años, en junio próximo, del 3 al 23 de ese mes, Paulina de la Fuente, soprano lírica, asistirá a un programa intensivo de ópera, como parte de un grupo de cantantes de ópera de todo el mundo que se reunirá en el campus del bostoniano Colegio de Música Berklee en Valencia, España.
Al término de cada semana de clases se realizará un concierto. El primero será de arias, el segundo de zarzuelas y el último con escenas de ópera. Paulina tendrá la oportunidad de practicar lo aprendido en el Palau de les Arts Reina Sofía.
Los anfitriones le graban a los participantes un demo para que puedan usarlo en alguna audición.
De la Fuente viajará a suelo español con el apoyo del Instituto Resilia, una asociación civil que entiende a las manifestaciones artísticas como herramientas importantes tanto en el ámbito formativo como en el terreno de la educación emocional.
Luego de la experiencia ibérica, Paulina desea ingresar en algún estudio de ópera, de preferencia fuera de México. Requiere la mejor preparación porque, en la escena operística la competencia es mucha y en otros puntos del globo los niveles de exigencia son mucho mayores, en principio, porque el género tiene un sitio importante en la sociedad.
"Aquí te dicen que la ópera es aburrida o que la música clásica da flojera, también te dicen que es elitista pero no, la verdad es que aborda temas muy comunes, cotidianos, no sé por qué se formó esa imagen de elitista", compartió.
Su repertorio actual incluye mucho Mozart y algo de bel canto (Donizetti), "es lo que más me ponen por mi edad", por la misma razón quedan fuera grandes como Wagner o Verdi.
Aún no cumple la mayoría de edad y ya ha participado en tres óperas: Las bodas de Fígaro, Don Giovanni y Elíxir de amor. Las tres representaciones se llevaron a cabo en el Teatro del Seminario de Cultura Mexicana y en el Colegio de Arte Vocal del maestro Ángel Rodríguez, en la Ciudad de México.
Gran timbre de voz
Sobre su futuro en escena, Paulina considera que la buena técnica y un entrenamiento adecuado si bien son recursos valiosos, no lo son todo: "tengo miedo a cómo va a evolucionar mi timbre de voz, los maestros me dicen que puede cambiar o a lo mejor así se queda". En materia de referentes menciona a la estadounidense Nadine Sierra, a la mexicana María Katsarava y a Valentina Nafornita, de Moldavia.
Sigue con especial interés la carrera de Katsarava porque "me dicen que mi timbre puede evolucionar de un modo similar al de ella, por eso estoy al pendiente de los papeles que interpreta". En cuanto al nivel musical a nivel local, expone que, al menos en el terreno clásico es una comunidad en la que no hay oportunidad de crecer tanto, a veces por favoritismos arraigados, a veces porque no hay interés en los jóvenes talentos. También por falta de público.