Patrioteros
En los tiempos recientes se han multiplicado las manifestaciones contra los ratas y sinvergüenzas de nuestro gobierno, muchos han publicando su resentimiento y frustraciones en las diferentes redes sociales a punta de mentadas de madre y palabras agresivas. Patrioteros, así los llamaría, nadamás falta que se enreden en el lienzo de nuestra bandera y se tiren desde la altura del cordón de la banqueta. Si fueran sinceras tantas manifestaciones de amor a la Patria, no tendríamos tanta delincuencia, nuestras calles estarían limpias sin basura, todos pagaríamos religiosamente nuestros impuestos, nuestro consumo de energía eléctrica y nuestro consumo del vital líquido y nadie se atrevería a cerrar las calles con falsos argumentos en carácter de víctimas, viviríamos sin halcones ni huachicoleros, nuestros ríos no estarían contaminados y nuestros bosques estarían mejor cuidados. Hay tanta gente ofendida en contra de cualquier servidor público o contra ciertos partidos políticos que lo dicen a los cuatro vientos, pero no tienen el valor de decirlo cara a cara, se ocultan en el anonimato de las multitudes inconformes.
No cabe duda que somos buenos para exigir, pero muy malos para cumplir. Me revienta el hígado cuando veo hordas de salvajes sin misericordia saqueando tiendas y comercios, hasta vehículos de carga siniestrados en desgracia, cual si fueran aves de rapiña o animales carroñeros. La sociedad está inconforme, todos lo estamos y eso se entiende, pero llegar a ese nivel de salvajismo que tenemos, por ningún motivo es justificable.
Los tiempos cambian, ahora la pobreza nos avergüenza. Antes, todos vivíamos de acuerdo a nuestras posibilidades, caminábamos los que no teníamos carro, ahora cuando menos la gente tiene un Onapafa, no vestíamos ropa ni calzado de marca ni soñar con lucir un teléfono celular. Víviamos en casa de renta o con una tía y comíamos lo que había, ahora muchos invaden casas y propiedades y pagan con su tarjeta el consumo en el mejor lugar. El dinero no nos alcanza, maldito gobierno nos tiene hasta el cuello, es el clamor popular. Basta de miserias, basta de esclavitud, basta de saqueos a nuestra riqueza nacional...!!
Es triste ver y saber que ningún gobierno ni candidato presidenciable, en nuestras condiciones, será capaz de resolver nuestras carencias, miente quien nos quiera comprar el voto con falsas promesas si nosotros mismos no somos capaces de superarnos para aspirar a una mejor calidad de vida. Es triste ver que muchos que ahora se desgarran sus vestiduras en contra del gobierno, tienen la firme esperanza que nuestra vida cambiará con la venida de un Salvador, como por arte de magia. No, no, que nadie se engañe, el cambio está en todos nosotros de manera individual; socialmente necesitamos más respeto, más cooperación, saber que nuestra libertad termina en la libertad del otro. Necesitamos vivir de acuerdo a nuestras verdaderas posibilidades, saber que una mejor calidad de vida tiene un costo y si queremos vivir mejor, hay pagarlo; saber que estaremos dispuestos a esforzarnos y a superarnos para poder satisfacer nuestros gustos y nuestras necesidades.
Ningún presidenciable tiene la capacidad de multiplicar nuestros panes ni hacer del agua, el mejor vino ......! No se puede aspirar a mucho, sin nada.
Juan Antonio Aguilar Tello
Torreón, Coah.
