Arsenal. Misiles balísticos Yars fueron mostrados durante el desfile militar en Moscú. (EFE)
El presidente ruso, Vladimir Putin, centró ayer su discurso con ocasión del 73 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en los veteranos de la II Guerra Mundial, cuya vida, afirmó, es "un eterno ejemplo" para otras generaciones.
Al intervenir ante los veteranos de la contienda y más de 13,000 militares reunidos en la Plaza Roja de Moscú, el líder ruso prometió que Rusia siempre recordará la gesta de los que lucharon en defensa de la URSS y "continuará sus tradiciones".
"Seguiremos trabajando duro, alcanzando éxitos en aras de una Rusia grande y floreciente", dijo Putin.
A la vez el jefe del Kremlin subrayó que la paz mundial es muy frágil y sólo la estabilidad es capaz de fomentar la confianza y el respeto entre los países.
El lider ruso aseguró que su país recuerda las lecciones de las dos guerras mundiales y está abierto para el diálogo con otros Estados con el objetivo de garantizar la estabilidad en el mundo.
"Rusia está abierta para el diálogo sobre asuntos de seguridad global y las constructivas relaciones de igualdad para que haya armonía, paz y progreso en el planeta", señaló Putin en su discurso.
Ante los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, el mandatario ruso dijo que el 9 de mayo seguirá siendo festivo y "un día sagrado para cada familia". La Segunda Guerra Mundial dejó casi 27 millones de muertos en la Unión Soviética", indicó.
"Nuestro pueblo luchó hasta la muerte. Ningún país sufrió tal invasión", recordó antes de abrir el desfile, en el que unos 159 vehículos militares y 75 aeronaves participaron.