(EL SIGLO DE TORREÓN)
Cuentan que ya se les ha comenzado a revertir a los priistas algunos de los señalamientos y las advertencias que han hecho sobre los pasos que da el alcalde panista de Torreón, Jorge Zermeño, quien busca la reelección el próximo 1 de julio. Y es que en las redes sociales, que en estos días muestran una efervescencia inusitada al calor de las campañas, han comenzado a circular las primeras imágenes de algunos regidores tricolores acudiendo a actos proselitistas para apoyar a su candidato José Antonio Gutiérrez Jardón. Esto no tiene nada de mal en sí, pero el problema es que los actos del tricolor se han llevado a cabo en horas laborales, por lo que, según los denunciantes (seguramente panistas), los ediles están distrayéndose de sus tareas para andar en la grilla.
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Tal es el caso de Enrique Sarmiento, quien ha sido uno de los críticos más duros de la era zermeñista y quien había anunciado que iban a someter a un riguroso escrutinio el desempeño del alcalde para evitar que hubiera desvío de recursos o que se aprovechara de su posición para promoverse, digamos, “de más”.
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En más de la grilla local, en esta época de ánimos caldeados en harto común que los políticos se conviertan en ángeles o demonios, según desde la trinchera que se observe y de acuerdo al color del cristal con que se mire. Ahí está que don Jorge es para sus detractores el causante de todos los males que aquejan a la ciudad que, según ellos, nunca había estado peor. Pero para sus defensores, Zermeño es el prócer que ha traído el orden y la paz al municipio luego de ocho años de todo tipo de calamidades. El problema con esta dicotomía de visión en blanco y negro es que se alejan de la realidad que suele ser más bien una amplia gama de grises. Pero lo más sorprendente es que tanto tirios y troyanos creen que cuatro meses son suficientes para que un munícipe haga o deshaga, según el caso, tanto como aseguran. Un poco de mesura a ambos bandos no les vendría mal.
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Además del gazapo de no recordar el título de su propio libro, el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, levantó polvo en la provincia coahuilense con su participación en el programa de Tercer Grado de Televisa. Y es que los entrevistadores cuestionaron a “Pepe Toño”, entre otras cosas, de cómo veía la labor que había desempeñado en Coahuila el exgober Rubén Moreira, hoy candidato al Congreso por la vía plurinominal. El aspirante aseguró sin titubear que don Rubén es una persona honesta y que hizo un buen papel en la provincia, algo de lo que no pocos difieren por estos lares. Claro que en la mesa no se aclaró que Moreira II es actualmente uno de los principales operadores electorales del PRI Nacional y que en calidad de tal, pues resultaría bastante extraño que Meade no lo defendiera. Algunas lenguas viperinas recordaron la vez cuando el preciso Peña Nieto, en el mismo programa pero cuando era candidato, ponderó las figuras de los exgobernadores Javier y César Duarte y Roberto Borge como los rostros más significativos del nuevo PRI. Lo que va quedando cada vez más claro es que la estrategia inicial de mostrar a “Pepe Toño”como un candidato menos tricolor no ha dado resultado y que, por el contrario, está pegando en la preferencia del priismo tradicional. Por lo tanto, el suspirante ahora buscará parecer más del PRI, lo cual incluye defender a los suyos.
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En Monclova las cosas se le están complicando al alcalde panista Alfredo Paredes al grado de que incluso se le ve, digamos, harto sensible con la crítica, más que de costumbre. Y es que quien aspiraba a ser nuevamente candidato a la presidencia municipal es Gerardo García, mentor de don Alfredo, a quien apoyó para que encabezara la minialcaldía de un año. Pero algo pasó - el gusto de saberse en la silla- que Peredes ya no quiso respetar los acuerdos y rompió con el “Gallo de Acero” para buscar la reelección. Esto ha desencadenado una guerra intestina en el PAN de Monclova entre las facciones de ambos personajes, a la que se ha sumado el exdiputado y expanista César Flores, quien no renuncia al golpeteo. Dicen los subagentes disfrazados de matracas azules que para tratar de revertir la tendencia a la baja que supuestamente trae, don Alfredo a dejado su campaña y estrategia en manos de un priista de toda la vida, Ricardo López Campos, quien además es su tío, según comentan, y es visto como uno de los pilares del tricolor en los últimos lustros, casi al nivel de losMoreira. A ver si le resulta, porque habrá ocho candidatos en la boleta y se dice que la suspirante del PRI, Lulú Kamar, trae bastantes billetes.
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Una campaña “sui géneris” es la que se verá en el Estado de Durango a partir de hoy que se sumen los candidatos a diputados locales a la grilla en la que ya andan de lleno quienes competirán por una diputación federal o una curul en el Senado por la llamada coalición “Por México al Frente”. Y es que mientras para la elección federal sí se hizo válido el acuerdo nacional de ir en bola los partidos PAN, PRD yMovimiento Ciudadano, para el tema local no fue así porque después de todo un proceso de invalidaciones e impugnaciones, ayer el Tribunal Estatal Electoral dejó fuera de la candidatura común al partido del “movimiento naranja, na na na na na”. Para efectos de la elección local, el máximo órgano electoral en Durango resolvió que únicamente podrán competir en candidatura común Acción Nacional junto con el PRD y el Partido Duranguense, pero no el MC cuyos dirigentes no aportaron la documentación que se les requirió para validar su integración a este frente opositor. Vaya lío. La omisión de entregar dichos documentos no fue casual sino que intencionadamente, según reportan los subagentes, la cabeza del MCen Durango, José Ramón Enríquez determinó que así fuera para no formar parte de dicha alianza, con lo cual refrenda sus marcadas diferencias con el PAN y el principal panista del estado, el gober José Aispuro. Aunque Enríquez encabeza la fórmula al Senado por la coalición PAN, PRD, MC, en sus actos de campaña sólo menciona a su partido y Paty Flores, su compañera de fórmula desarrolla los eventos políticos por su cuenta, cada quien por su lado pues. Se dice que el hambre de poder de Enríquez ha llegado a ser tal que solo busca posicionar a MC para que sea su plataforma como candidato a la gubernatura en 2022, aun a costa de la coalición que ahora lo está impulsando para el Senado.
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No cabe duda que cuando se trata de seguridad, las cosas nunca son como parecen ser para las autoridades. Si hay varios homicidios, son hechos aislados. Si hay robos, nunca son tantos. Si hay secuestros, no se sabe porque no ha denuncia. Una prueba de ello la acaba de dar el jefazo de la Policía Municipal, Primo Francisco García, quien ante la revisión de la cifra de atracos, que se no baja, dijo que no considera que la situación sea grave. Algo parecido ocurre en Saltillo, en donde a los integrantes de la administración del priista Manolo Jiménez les ha dado por reconocer todas las encuestas que indican que la Peronera Capital es una de las ciudades más seguras del norte del país, algo que precisamente ponían en duda cuando gobernaba el panista Isidro López, a pesar de que desde entonces los sondeos indicaban el mismo resultado. O sea que, como dice la canción, a placer.También el fiscal Gerardo Márquez declaró que no estaba de acuerdo con las cifras del Semáforo Delictivo que indica que algunos ilícitos han crecido en la entidad. Lo curioso del caso es que dicho semáforo se basa en los datos que las autoridades estatales reportan a la plataforma del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Pero la nota más curiosa de esta disonancia la ha dado el fiscal especial para casos de desaparecidos, José Ángel Herrera, quien recientemente aseguró que el fenómeno de la desaparición no existe propiamente dicho, sino que se trata de casos de personas no localizadas. Ahora sí que ya no entiendo nada.
