Recados del capital
La esencia del proyecto del líder de Morena, advierte el presidente del Cidac, reside en acabar con la libertad individual, con el sistema de mercado, con los tratados comerciales, con todo aquello que en mayor o menor medida limite que el presidente actúe como le plazca.
Son tiempos de campañas. Los candidatos recorren el país, los medios les hacen marca personal. Ellos hacen promesas, debaten, descalifican, y demás. Las pantallas, las ondas sonoras, las redes sociales, las ciudades se llenan con las imágenes y las voces de los aspirantes. Los árbitros de la elección, el presidente, los representantes partidistas, la clase política, acaparan los reflectores.
Se habla de la necesidad de dar soluciones a problemas como la inseguridad, la falta de empleos, las deficiencias en distintos rubros de la vida nacional. Dentro de toda la andanada de mensajes hay un tipo que se destaca por su aparente bajo perfil. Son señales, informaciones, llamados, recomendaciones y, en algún sentido, exigencias que importantes, por capitalistas, jugadores mandan a los presidenciables, a todos ellos o a uno en específico.
Prestar atención a esos contenidos es armar un esquema de lo que inversionistas, bancos, empresarios y demás dueños del capital así como académicos y especialistas esperan o recomiendan que haga el próximo gobernante. También son, en más de un sentido, una forma de manifestar su rechazo hacia alguno de los suspirantes, ya sea porque lo perciben como un peligro para México o porque representa el continuismo del fracaso.
Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia a la Presidencia de México. Foto: El Universal/Valente Rosas
LLAMADOS
Hace unas semanas, el economista principal de BBVA Bancomer, Arnulfo Rodríguez Hernández, compartió, en una videocápsula, propuestas que, desde su óptica, deberá adoptar la siguiente administración pública federal para conducir al país a buen puerto.
Es partidario de que, en el sexenio por nacer, se redoblen los esfuerzos de consolidación fiscal para lograr superávits primarios (el saldo entre lo que ingresa un Estado vía impuestos y lo que gasta en pagar a funcionarios y sus políticas) y bajar la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos seis años.
El titular del Ejecutivo federal por elegir, continuó, tendrá que mantener la disciplina fiscal para fortalecer las finanzas públicas y eventualmente contar con la posibilidad de recurrir a una política fiscal anticíclica que funcione para contrarrestar coyunturas económicas adversas (una recesión económica por ejemplo).
Según Rodríguez Hernández, quien sea que gane requiere mantener un firme control sobre el gasto público, pero no puede conducir la nave de cualquier modo, sino conforme a las metas trazadas por la actual administración.
Hablar de BBVA Bancomer es referirnos a una institución de banca múltiple que concentra el mayor número de cuentas de nómina en la nación mexicana. En marzo pasado se difundieron versiones de una reunión que consejeros del banco tuvieron con Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena. El trascendido exponía que los representantes bancarios salieron muy preocupados por lo que escucharon.
El candidato presidencial por la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya. Foto: El Universal/Ariel Ojeda
CALMAR TEMORES
En las últimas décadas, López Obrador ha mantenido una relación complicada con referentes de la iniciativa privada en el país. En su tercer intento por llegar a Los Pinos, el tabasqueño ha adoptado un tono un tanto más moderado y a veces conciliador.
Uno de sus comentarios habituales consiste en pedir a los inversionistas mexicanos y extranjeros no ponerse nerviosos ante un potencial triunfo suyo.
"Llevamos muy buena relación con la iniciativa privada", dijo. También pidió recordar que en su paso por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (2000-2005) hubo mucha inversión tanto pública como privada.
En uno de sus mensajes más llamativos, con carta publicada en prensa nacional, el ex perredista y ex priista consignó que, en términos generales, propone un modelo económico semejante al que se aplicó en el país en el periodo del “desarrollo estabilizador”, cuya vigencia inició a mediados de la década de los cincuenta y se prolongó hasta fines de los setenta del siglo pasado.
El desarrollo estabilizador es considerado el periodo más exitoso del capitalismo mexicano: "Fue cuando mejor crecimiento económico hubo en el país, sin devaluaciones, sin fuga de capital, sin inflación, se mantuvieron equilibrios macroeconómicos y creció la economía, ese modelo vamos a aplicar ahora con dos ingredientes nuevos: democracia, que no ha habido, y sobre todo justicia", apuntó el contendiente de Morena. Las críticas, desde luego, apuntan a la imposibilidad de instrumentar en la actualidad el modelo ideado por Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda en los mandatos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
Carlos Slim defendió la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Foto: El Universal/Irvin Olivares
RIESGOS Y OPUESTOS
Las agencias calificadoras de riesgo crediticio son otros agentes que con cierta regularidad advierten a los aspirantes, o a sus asesores, sobre lo que deben hacer, conservar o ignorar.
La empresa Fitch Ratings advirtió que el mercado financiero se encuentra en una situación sumamente volátil. Esa característica, señalan en la agencia, podría intensificarse antes de las elecciones del primero de julio o bien después y representar un obstáculo, uno más, para el crecimiento y la inversión. Una administración con López Obrador al timón no ayudaría porque "haría que la implementación de la reforma energética se diera de forma más lenta”.
El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con una mano calma y con la otra fustiga, en un momento tranquiliza diciendo que se respetarán los contratos de la apertura energética y al siguiente causa una avalancha de reacciones con su anuncio de que, si llega al poder, suspenderá la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), obra en la que participan 321 empresas, con la intención de ocupar ese dinero en rubros que él considera prioritarios. Hasta el hombre más rico de México, Carlos Slim se sumó a la defensa del NAICM. Vale decir que una constructora de su propiedad se hizo con el contrato para ejecutar el edificio terminal.
En la misma línea, la defensa de la central aérea, andan las declaraciones del presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, Juan Pablo Castañón. Una obra de tal magnitud, por el nivel de inversión que representa, indicó, no se puede parar. Suspender los contratos "no sería una medida adecuada que le dé prestigio al Estado mexicano", dijo Castañón a medios de comunicación nacionales.
A favor de un modo distinto de hacer las cosas hay voces como la de Eduardo Pagaza Robles, economista y doctor en Relaciones Económicas Internacionales. En una colaboración para el portal SDP Noticias, recomendó a José Antonio Meade, abanderado del PRI, ejercitar la autocrítica a la luz de los pobres resultados económicos que ha reportado su propuesta de política económica, fiscal y monetaria durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Según Pagaza, quien gane la presidencia estará obligado a revisar y reconstruir el esquema de instrumentación y gestión de política económica; también deberá proponer una política económica que de resultados y beneficios para la sociedad.
El diagnóstico del catedrático universitario y consultor es que el país ya no necesita perseguir las metas de la consolidación fiscal y el superávit fiscal. Sobre la primera, apuntó, los resultados han sido desastrosos, en cuanto a lo segundo, todo México sabe, señaló, que la deuda del país llega al 50 por ciento del Producto Interno Bruto.
Gane quien gane, según Pagazo, ya no es aceptable una estrategia de política económica que sólo persiga la estabilidad macroeconómica y excluya el objetivo del crecimiento de la economía.
La industria manufacturera genera el 89 por ciento de las exportaciones totales de México, y en lo que va del año ha dejado una derrama económica de 204 mil 509 millones de dólares. Foto: Notimex
El panorama es distinto si se observa desde la opinión de Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac). “Quien quiera ver los números reconocerá enormes avances en calidad de vida, longevidad, salud, consumo y otros muchos indicadores objetivos”, compartió en una colaboración para el portal América Económica.
Rubio critica a AMLO porque: su propuesta programática es ahistórica y peligrosa; el tres veces presidenciable ignora el mundo de hoy; su postura respecto al NAICM es, como símbolo, similar al muro de Trump, la saturación de la terminal actual es evidente pero López Obrador elige afrontar a los de la mafia del poder, a quienes prometen pero no cumplen y sólo se hacen ricos a costa de los demás.
La esencia del proyecto del líder de Morena, advierte el presidente del Cidac, reside en acabar con la libertad individual, con el sistema de mercado, con los tratados comerciales, con todo aquello que en mayor o menor medida limite que el presidente actúe como le plazca.
PROPUESTAS
Para varios especialistas la cuestión se resume a elegir entre dos opciones. Una es la del fundador de Morena, con planteamientos que incluyen cambios estructurales, reducir los gastos del gobierno y ahorros en corrupción por un mínimo de 500 mil millones de pesos.
La otra es la continuidad. De este lado, el mejor posicionado en las encuestas al momento de redactar estas líneas es el panista Ricardo Anaya quien, a decir de sus asesores económicos, no trata de cambiar al sistema sino de modificar las piezas necesarias para mejorar. Una propuesta llamativa del blanquiazul es la adopción de un ingreso básico universal, que todos los ciudadanos reciban algún dinero al mes por el simple hecho de ser mexicanos. En caso de que llegue a la presidencia este salario universal no sería entregado de inmediato, se aplicaría de forma gradual.
En cuando a Meade, su oferta económica incluye el Registro Nacional de Necesidades de cada Persona. Su finalidad es dar un apoyo real a los ciudadanos para que puedan llevar a cabo cosas fantásticas o improbables (sus sueños).
Foto: El Universal
DEBERES
A propósito de los rezagos a combatir, las peticiones hechas por las confederaciones de Cámaras Industriales (Concamin) y de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) aglutinan varios de los tópicos sobre los que hay mayor consenso.
Los industriales anhelan un ambiente económico estable; evitar la inflación; reactivar la inversión productiva, la producción y el empleo en el sector formal para generar riqueza; generar empleos bien remunerados y elevar el nivel de ingresos de la población. También demandan soluciones a la inseguridad que afecta a los agentes económicos; no comprometer la estabilidad macroeconómica del país y fortalecer sus capacidades productivas.
¿Qué preocupa a los comerciantes? El Estado de derecho, la seguridad pública y el gasto gubernamental (les gusta la idea de uno eficiente y sin corrupción). Piden no perder de vista el papel de empresas y emprendedores como generadores de riqueza; que se promocione una buena imagen de México en el mundo. Apelan por un sistema educativo que sea sólido y con valores; y por un sistema fiscal que fomente la inversión. Les interesa que se implemente una política industrial dirigida a sustituir las importaciones y dar valor agregado a los productos a exportar. Ven necesaria una reforma fiscal redistributiva que aumente la base de ingresos públicos, así como una política monetaria y cambiaria más orientada al crecimiento. Piden combatir la actual distribución de la riqueza en territorio mexicano.
Analistas comentan que el Estado mexicano ha olvidado que la inversión pública puede hacer las veces de palanca para conseguir crecimiento económico más rápido.
Recordar esa lección no está de más cuando, en el día a día, México enfrenta una desigualdad cada vez mayor y en el horizonte cercano se viene una presión demográfica de consideración que exigirá mejorar la prestación de servicios de educación y salud.
En el CIDE pronostican que el próximo gobierno federal (no hace diferencia quien resulte ganador de los comicios) enfrentará una desaceleración de la economía e incluso una posible recesión mundial a tratar con reingeniería del gasto (medidas para hacer más eficiente el desembolso estatal). Además, la nueva administración federal tendrá que conseguir recursos para generar un mayor superávit primario e impedir el aumento de la deuda como proporción del PIB.
Twitter: @ivanhazbiz
